La de Seira es una joya de la arquitectura modernista industrial, construida entre 1912 y 1918 como acredita la fecha que reina toda la instalación. "Empezaba a haber los primeros molinos harineros que daban luz a los pueblos e iluminaban una casa o dos y algún intrépido empezó a pensar en concesiones hidráulicas y que con eso podrían hacer luz para alimentar la industria textil de Barcelona en esta cuenca, y la industria naval de Vizcaya en la cuenca del Cinca", explica con precisión historiadora Sergio Capuj, director de la Unidad de Generación Hidroeléctrica de Endesa en Aragón.
"Hubo dos personas que compraron las concesiones de esta central y la construyeron para dar luz a la zona de Manresa. Crearon la empresa Catalana de Luz y Electricidad. La Ribagorza, como se ve en la orografía, era un sitio muy duro. Casi no había acceso, todo el mundo se dedicaba a la ganadería y la agricultura. No existía casi ni el Congosto para subir arriba, y aquí se crea una colonia, un pueblo nuevo, construido en la parte de arriba de Seira y albergó hasta 2.300 trabajadores en la época de mayor construcción".
Se pensó construir el proyecto en tres años, pero la I Guerra Mundial impidió el aprovisionamiento con los materiales que venían de Suiza, ya que tenían que pasar con Alemania y Francia que estaban en conflicto. El acero tenía que venir cruzando toda Francia y llegaba a Barbastro y con mulas hasta Seira. Terminaron en 1918 y tuvieron dificultades técnicas, hubieron de montar dos pequeñas centrales para hacer las perforaciones del canal y la central.
El 6 de agosto de 1918 tuvieron ya la máquina acoplada y desde entonces funciona. En 1996 se hizo una modernización pero se conservó el encanto histórico de aquella época, "es como un museo de la electricidad en funcionamiento".
El 6 de agosto de 1918 tuvieron ya la máquina acoplada y desde entonces funciona. En 1996 se hizo una modernización pero se conservó el encanto histórico de aquella época, "es como un museo de la electricidad en funcionamiento".
Si ya fuera es espectacular por las bajadas de las dos tuberías que dan agua a tres grupos con 36 megavatios, por lo que se usa un caudal de 20 metros cúbicos, que da unos 80 gigavatios de producción para unas 20.000 viviendas, el interior impresiona. "Es la catedral de la hidroeléctrica, la más bonita del Pirineo, parece un palacio vienés. Se vació todo lo de dentro, que es modernizado, pero se dejaron las carcasas. Tiene todo lo bonito de lo antiguo y de lo clásico".
Todo es detalle y belleza. Sólo basta comprobar una pieza: "Escher Wyss & Cª Zurich, Suiza. Regulador Universal de presión de aceite. Patentado en la mayor parte de los países civilizados". Eso es mucho decir.
