La avenida de los Monegros ha comenzado este viernes a transformarse para acoger, un año más, el tradicional mercado de venta ambulante que acompaña a las fiestas de San Lorenzo. Desde primera hora de la mañana, los vendedores han recogido sus autorizaciones y han iniciado el montaje de sus puestos, en una jornada marcada por la alta actividad propia de los preparativos.
Bajo la gran carpa instalada por el Ayuntamiento para proteger del sol a comerciantes y visitantes, se han colocado las estructuras y distribuido los productos que estarán a la venta en los conocidos popularmente como chiringuitos.

Este mercado, que se ha convertido en una cita ineludible dentro del ambiente festivo laurentino, abrirá al público del 9 al 15 de agosto y contará con un total de 66 puestos organizados por categorías con el objetivo de ofrecer un espacio diverso, equilibrado y atractivo para oscenses y visitantes.
La distribución de los puestos se ha diseñado para garantizar la variedad y mantener el carácter heterogéneo de la oferta, con trece dedicados a la elaboración y venta de productos de alimentación como bocadillos, pizzas, crepes, empanadas, hamburguesas o dulces; veintiséis que ofrecerán artículos de textil y calzado, así como productos de plata, cosmética natural, piedras minerales, cristal, muñecos o juguetes; y veintisiete centrados en complementos, marroquinería y bisutería.

Con esta organización, el mercado busca apoyar la actividad de los vendedores ambulantes y ofrecer al público una oferta amplia y atractiva, que convierte la avenida de los Monegros en uno de los puntos neurálgicos de San Lorenzo, junto al recinto ferial.