Enrique Ponce se ha dado un último baño de masas en Huesca este lunes. El Ayuntamiento ha querido reconocer su "compromiso" con la Feria de La Albahaca después de su última tarde vestido de luces. Aunque ha confesado que se retirará de los ruedos, tiene muy claro que "uno nunca deja de ser torero". El maestro de Chiva ha entendido "siempre la idiosincrasia" de Huesca, y es que "me gustaba ver el ambiente de fiesta, porque los toros no es solo seriedad".
Ponce ha sido recibido este lunes en el Salón de Justicia del Ayuntamiento de Huesca por la corporación municipal, encabezada por la alcaldesa, Lorena Orduna. Un gran aplauso le ha dado el calor que se lleva visiblemente agradecido.
La alcaldesa ha querido destacar el papel tan relevante de Ponce y "fundamental" en la tauromaquia y su "compromiso" con la feria de Huesca. "El hecho de que esté aquí es un nuevo gesto de su torería", añadía Orduna, antes de recordar grandes tardes del maestro como aquella del 10 de agosto de 2001, cuando le dio la alternativa a Tomás Luna, o cuando tuvo que echarse la tarde a la espalda en 2013, cuando Morante de la Puebla fue cogido.
También ha querido recordar la tarde de ayer, donde "los jóvenes pudieron comprender quién es Enrique Ponce". La plaza de Huesca, añadía, "también ha contribuido a forjar su leyenda".