Hay un sonido que anuncia fiesta incluso antes de verla: el de las charangas. Con sus instrumentos de viento y percusión, sus ritmos contagiosos y su energía inagotable, son el alma de San Lorenzo. Y este martes, en la plaza de Navarra, han vuelto a demostrarlo.
El encuentro de charangas de las Peñas es ya una cita imprescindible para quienes buscan música, diversión y un buen ambiente en el que se mezclan todas las edades. En medio de la zona de barras de las Peñas, se abre un espacio especial para que estos grupos desplieguen su ingenio, su maestría y ese don único de hacer que cualquiera se sienta parte de la fiesta.
Este año han participado las veteranas y muy queridas en las fiestas laurentinas Charanga Chilindrón, de la Peña Zoiti; la Charanga Os Mozés de Jaca, de la Peña Los Que Faltaban; la charanga de Tardienta, de la Peña Los 30; y la sabiñaniguense Pintakoda, de la Peña 10 d’Agosto. Para los músicos, es un momento doblemente especial, ya que les permite reencontrarse y disfrutar también de lo que hacen sus compañeros.
Durante el encuentro, han sonado piezas para todos los gustos, desde clásicos festivos hasta ritmos más atrevidos, con el público marcando el compás con palmas. Una pena que, finalmente, no pudieran interpretar un tema conjunto para cerrar la cita.
Pero el papel de las charangas va mucho más allá de un día concreto en las fiestas. Empezaron animando la Cabalgata y desde entonces no han dejado de recorrer las calles y terrazas y de dar un color especial a las tardes de toros. La salida de las corridas se ha convertido, gracias a ellas, en una auténtica cabalgata festiva que recorre el centro de Huesca, sembrando buen humor a su paso. San Lorenzo no sería lo mismo sin su música en movimiento.
Todo ello, este año, bajo un sol implacable que no da tregua, otro de los retos que afrontan, junto a algún comportamiento fuera de lugar por parte de unos pocos. Aun así, la gran mayoría de oscenses y visitantes valora y disfruta esa “marcha” única que las charangas de las Peñas aportan a las fiestas.