Las Solemnes Completas han convertido la Basílica de San Lorenzo en un oasis de frescura y serenidad con las palabras del oficio presidido por el obispo de Huesca, Julián Ruiz Martorell, acompañado de su homónimo turolense y sin embargo oscense, José Antonio Satué. José Alegre ha conducido la solemnidad y han puesto la música y la voz a este prodigio de verdad la Coral Oscense, el Coro Ars Musicae y la Orquesta de Cámara de Huesca con Javier Ares Ibáñez con la batuta.
La Basílica estaba, como dicen los castizos, abarrotada, más llena que nunca si cabe, lo justo para permitir la solemnidad de la celebración oficiada por el obispo de la diócesis. Rostros de serena alegría también en los miembros de la Real Cofradía de San Lorenzo, orgullosos guardianes de estas esencias. También la casi totalidad de la corporación municipal con la alcaldesa, Lorena Orduna, a la cabeza. Y los cientos y cientos de feligreses que encuentan en las Completas un estímulo para acendrar su identidad, el amor por el patrón y la pertenencia a la ciudad.
Tres salmos, el 4, el 90 y el 103 han recordado, con la musicalidad virtuosa de los intérpretes, que Dios está cerca, que nunca nos abandona y que por eso lo sintió San Lorenzo así en el martirio. En San Lorenzo confiamos, en un triángulo insuperable.
"A la sombra del Omnipotente" y "Oración vespertina en el templo" acrecen la celebración. "Antes de que anochezca, Creador del universo, te pedimos que, por tu clemencia, nos guardes y protejas".
Y otro de los grandes momentos de las Completas, el Cántico de Simeón, "ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador". La Plegaria a la Virgen, "a ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas".
Una oleada de suspiros y de expectación ha acompañado el anuncio del Himno a San Lorenzo, con música de José María Lacasa y letra de Ernesto Banzo. "San Lorenzo, Patrono de mi tierra, de esta tierra bendita de Aragón, que en su alma celosamente encierra siempre viva la llama de tu amor. Los oscenses, postrados a tus plantas y admirando su fe sobre el dolor, te suplican infundas en sus vidas los alientos que el cielo te otorgó. Te ofrendamos primicias de los campos, fecundados por ese mismo sol, a cuya luz tus ojos entreabrieron, en tu cuna de oscense y español. Aceptad nuestra ofrenda perfumada con el mejor perfume: la oración; y vierte sobre Huesca y sobre España la dulce gracia de tu bendición".
Y a la coral y el coro magníficos, se han sumado los feligreses, abundantes, entusiastas, convencidos de que las Completas elevan San Lorenzo a la mejor dimensión. Con certeza, el mejor acto de las fiestas, uno de los que suma para cualquier certificación internacional.