La vuelta de la sangre de las vacas de los hermanos Ozcoz, con la nueva ganadería de lois hermanos Oliva Escudero, ha representado un aliciente en las vaquillas de esta mañana del día 14, donde los cuerpos cansados de los jóvenes han dado tregua a las gradas, que ya no han estado tan llenas como hasta este lunes.
También en el albero ha habido menos concurrencia de valientes o de insensatos, conocedores los primeros de las técnicas, profanos en la materia los segundos que consecuentemente asumen más riesgos. No ha habido traslado alguno al hospital San Jorge. Cuatro mozos han sido atendidos en Enfermería de la Plaza de Toros: mercromina, unos apósitos y a la arena... o a la grada con el susto. El director de lidia, Ricardo Aguín, El Molinero, ha tenido una mañana más placentera tras algunos días de trabajo a destajo.
Los aficionados que estaban en la grada, eso sí, han mantenido alto el estandarte de la animación, y es que nunca falta el espíritu laurentino y hay que apurar la pulsión festiva hasta el último instante. Mañana, más vaquillas.