"Busco acaso un encuentro, que me ilumine el día", cantaba Joaquín Sabina en Calle Melancolía. En esas anda Diego Tebas, el novillero oscense que el próximo viernes 8 de agosto debutará de luces en su plaza. En Huesca. El hijo del presidente de LaLiga, Javier Tebas, ha salido de los despachos para "intentar trabajar en la profesión más bonita del mundo, que es el toreo". Lo cuenta abiertamente a EL DIARIO DE HUESCA, sin miedos, apoyado sobre el burladero del Tendido 1 de la plaza. Ahí arriba, en barrera, se sienta su padre cada feria de La Albahaca, y es que es un fiel aficionado del mundo de los toros. "La afición pasa de padres a hijos", recuerda.
Tebas se ha preparado física y mentalmente para la ocasión. Sin duda, será una tarde especial para el joven novillero, que viene palpando la repercusión mediática que ha tenido el anuncio del debut de luces. "Trato de estar alejado y de ver lo mínimo", comenta. Se aferra al trabajo de todos estos meses, pero también de la fe. Una parte muy importante en su vida: "Soy muy creyente. Rezar me ayuda a estar en paz".
-Llegados a estas alturas, ¿Pesan más los nervios o la ilusión?
Ahora mismo estoy tranquilo. Hace un par de meses te hubiera dicho que estaba más nervioso, pero están saliendo bien las cosas y ahora mismo es un tema más de ilusión que de nervios.
-Ha dejado a un lado su profesión como jurista para apostar por el toreo.
Gracias a Dios terminé Derecho. El primer año ejerciendo lo dejé un poco de lado. Lo he hecho por la ilusión que tengo y por intentar trabajar en la profesión más bonita del mundo, que es esta. Intentar dedicarme a ello. Es lo que me ha hecho dar el paso.
-Imagino que, para usted, el toreo lo debe ser todo ahora mismo.
El toreo es grandeza. No te puedo decir otra cosa. El toreo es grande.
-¿Cuál es el mejor consejo que le ha dado su padre?
Que esté tranquilo. Que no me responsabilice y que esté tranquilo. Que vayamos para adelante.
-¿Cómo analiza el cartel junto a Asier Abadiano, Ángel Alarcón y David Sejas?
Es un cartel muy bueno con tres novilleros de la Escuela Taurina Oscense. Mi amigo Asier, además, y compartir cartel con él es precioso. David Sejas es un fenómeno y a Ángel lo conozco menos, pero me han hablado muy bien de él.
-¿Cómo han ido los entrenamientos? ¿Ha estado mucho en el campo?
Sí, la verdad que lo estoy pisando bastante. Estoy agradecido a todos los ganaderos que te abren las puertas y te dan la oportunidad de estar en su casa.
-¿Dónde ha estado?
He pisado mucho Salamanca. Sepúlveda, esa zona... Ahora iremos a un par más para cerrar el círculo antes de Huesca.
-Novillos de Cayetano Muñoz. ¿Los ha visto?
Los fui a ver al campo allá por el mes de abril. Extraordinaria novillada. Preciosa. Un gusto poder debutar con esa novillada.
-¿Ha seguido algún plan deportivo y de dieta para esta ocasión? Entiendo que es fundamental.
Totalmente. He seguido un plan físico y mental. Ha sido importante estar en paz conmigo mismo, estar tranquilo. La mano de Dios me ha ayudado. Yo soy muy creyente y he podido rezar. Me ha dado mucha paz ese momento.
-¿Es importante visualizar el día antes de que llegue ese momento?
Trato de no hacerlo. Vendrá como quiera. A veces tenemos un problema, que es idealizar las cosas. Luego no salen las cosas como uno quiere. Es mejor estar tranquilo y que llegue el día.
-Son malas las expectativas.
Bueno, el hombre es pesimista por naturaleza. Se pone en lo malo porque si luego llega lo bueno lo disfruta más.
-Su afición por la tauromaquia viene de familia.
Sí, sí. Mi abuelo era muy aficionado. Yo me acuerdo de ver Tendido Cero en La2 los fines de semana. Después de comer lo veíamos juntos. Mi padre y mi hermano mayor también nos ha transmitido esa afición. Somos aficionados y abonados de la plaza.
-A su padre lo vemos cada año en la Feria, ahí en el Tendido 1. Es el claro ejemplo de que esto pasa de padres a hijos.
Totalmente. Aquí en Huesca somos abonados y en Madrid también. Es algo que pasa de padres a hijos. Totalmente.
-Estuvo hace poco con Justo Algaba, el sastre que le ha hecho su traje de luces. ¿Cómo fue ese momento de confeccionar el traje?
Bueno, Justo es un hombre muy dicharachero, que te habla mucho. Fue algo sencillo así de primeras. Te coje, te ve y te dice que hay que hacer esto. Tengo una anécdota: un día me vio con un vestido y me dijo que no iba a torear con ese. Vamos a hacer otra cosa diferente. Y hemos tirado por otra cosa.
-¿Es fácil decirle que sí?
Hay que decirle que sí (sonríe). No se le puede decir que no, por narices.
-¿Se puede revelar el color?
Sorpresa.
-Es consciente que su debut de luces ha causado un impacto, no sólo a nivel local, sino nacional. ¿Cómo lo ha vivido? Porque habrá recibido llamadas de muchos periodistas.
La verdad que sí. Te metiría si dijera que en mi casa lo mediático no es nuestro día a día. Pero, la verdad que me ha hecho gracia, no te voy a engañar. Trato de estar alejado y de ver lo mínimo. Me han llamado muchos periodistas, pero al final, hay que atender a los que se han portado bien. Con otros hay que dar algún pase cambiado.
-¿Cuántas entradas le han pedido ya para el día 8?
Unas pocas (ríe).
-¿Se puede contentar a todo el mundo?
Es imposible. La verdad que la gente está comprando entradas y vendrá gente.
-Si hoy fuera día 8 por la tarde y tuviera que elegir una canción antes de vestirse de torero, ¿cuál sería?
Calle Melancolía, de Sabina.