La Jota de Aguas con el espíritu de Pedro Azorín, el pasodoble jota para una película que nunca rodó y la virtud expresada en voces, música y danza han puesto el broche final, brillante de cinco días fascinantes en torno al folclore. Roldán del Altoaragón, que preside mi colega Sergio Brau, ha dispuesto sobre la escena treinta artistas con Marimar Rodríguez dirigiendo el baile y José Luis Urbén, que cumplía 28 años justamente este domingo con el grupo, en el canto y en su oficio de presentador solvente.
El colofón a esa obra de arte inmaterial e inmemorial que ha sido el ciclo folclórico laurentino, acentuado en su capacidad seductora por los tres años de triste ausencia, ha sido un grupo consistente en el desempeño, sutil en el relato. Jorge Monzón, Eva Miñes, Carlos Solans y María Gervás han rendido a través de su Jota de Aguas tributo a Pedro Azorín, coreógrafo que trabó con Roldán un vínculo singular. Enamorado de las fiestas de San Lorenzo, tiene su calle en Huesca en buena medida por el impulso del grupo.
Tras el tropel emotivo del arranque, el Bolero de Luna de Francisco González, bajo las cuerdas de Maxi Miravall, Lorena Palacio, José Luis Urbén y Lorena-J.L., María-Maxi y Eva-Carlos en la parte de la Jota de seis.
La Jota de los Mantones despierta al público por su rapidez y el colorido de los vistosos mantones que visten las bailadoras. Maxi Miravall, Lorena Palacio y José Luis Urbén en la interpretación.
Creóse la Jota Vieja para las fiestas de Santa Águeda. No en vano, como reza la tradición, las mujeres mandan y ellas son las que eligen bailador. Trazos y trozos de distintas jotas, con retazos de Calanda, Andorra, Salillas, Teruel, Alcañiz y Zaragoza. Jorge Monzón, Eva Miñes, Carlos Solans y María Gervás han compuesto la miscelánea.
Gigantes y Cabezudos, zarzuela en estado puro, estrenada en el teatro Circo de Madrid en 1898, un clásico identificable, maravilloso. Y la jota de San Lorenzo, para la cuál no hacen falta ni descripciones ni palabras, porque se identifica en el vello de los brazos y el escalofrío por la médula.
En el haber de Roldán del Altoaragón, estilos conocidos como Las Fronteras de Fidel Seral de Tardienta o La Magallonera, y otros menos como la Jota de los Duendes recogida en el cancionero del maestro Mingote, al igual que el estribillo "Si me vienes a rondar".
Para terminar con los cantos, interpretación de dos piezas del compositor Francisco de Val: "Llevo 2 banderas" y "Caminito de Monlora". De la primera, se cumplen 25 años desde que José Luis Urbén la cantara y estrenara en el Parque Miguel Servet. Pasodoble jota creado para una película que nunca se rodó, y que iba a narrar la historia de un mexicano que venía a España a conocer sus raíces aragonesas. La grabó Manolo Escobar pero pasó inadvertida hasta que Roldán del Altoaragón la rescató, y ahora es un tema muy conocido no solo en el mundo del folclore, sino que bastante recurrente de las orquestas de verbena.
También el "Caminito de Monlora" tiene su mensaje: Francisco de Val, que llegó a la Sierra de Luna enviado por su padre como castigo porque era mal estudiante. Ahí se encontró un pueblo con mucha gente joven, que montaba jotas y rondas casi todos los días, de ahí creaciones tan aplaudidas como el pasodoble Sierra de Luna (esa que dice "El Ebro guarda silencio"), y otras menos conocidas como este Caminito de Monlora, el santuario próximo a Luna, que escribió porque se enamoró de una moza del pueblo.
Y así, entre corazones entregados y corazones recibidos, la jota ha enviado su mensaje a las estrellas tras cinco veladas memorables, únicas, de las que dejan huella profunda.