Ignacio Farjas: "Las incidencias que más me afectan son aquellas en las que hay algún bebé involucrado"

El inspector jefe de Bomberos más joven de España está listo para San Lorenzo

08 de Agosto de 2023
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Ignacio Farjas, el inspector jefe de Bomberos más joven de España

El Servicio Municipal de Bomberos de Huesca realiza una importante labor a lo largo de todo el año que no se limita a apagar incendios y salvar gatitos, desafiando las nociones preconcebidas del imaginario colectivo.

Accidentes de tráfico, problemas originados por la climatología en sus arrebatos, intervenciones con animales asilvestrados que deciden adentrarse en los límites urbanos y otras muchas causas pueden movilizarles y requerir su intervención.

El servicio, que cuenta con un equipo de 40 personas, destaca por su cercanía con la población, algo que resulta infrecuente en las urbes de mayor tamaño.

Está integrado por 29 bomberos, 6 cabos, una administrativa y un servicio externo de operadores disponibles las 24 horas que la tierra se abraza al sol y la luna, además de personal interino que se ajusta a las necesidades temporales.

Al timón de este grupo se encuentra el madrileño Ignacio Farjas, que está a punto de cumplir 30 años y actualmente es el inspector jefe de Bomberos más joven de España.

Esta precocidad obedece a que ya de niño quería ser jefe de bomberos y eligió el camino más recto para alcanzar su objetivo. Le atrae todo lo referente a la coordinación y la planificación. Por ello, se formó como arquitecto y es técnico superior en Coordinación de Emergencias y Protección Civil. "Tenía claro que, para ser jefe de bombero, debía ser arquitecto o ingeniero superior, iban de la mano. Hay que saber de estructuras, del comportamiento de materiales, y la carrera de arquitectura te permite conocer más cosas" que la de ingeniería.

En 2019 comenzó  trabajar en Huesca de "bombero raso". Había decidido presentarse a unas oposiciones en otras ciudades de España, pero al percatarse de que el Servicio oscense carecía de la figura del inspector jefe, que se cubría por personal del servicio de manera accidental, se planteó aspirar a esa plaza. Ignacio Farjas estima que grupos tan jerarquizados como éste, si están descabezados, afrontan el día a día pero no se plantean objetivos claros a largo plazo.

SAN LORENZO

El trabajo de los Bomberos apenas se altera cuando llega San Lorenzo. El número de asistencias prácticamente se mantiene estable, pero es cierto que las fiestas patronales otorgan un matiz inusual a su quehacer, pueden llegar a complicar sus salidas y su libertad de movimientos.

Las aglomeraciones en las calles se erigen en barreras que dificultan su rápido acceso cuando se solicita su presencia con urgencia y el hecho de compartir instalaciones con la plaza de toros altera su rutina diaria.

La descarga de los astados a través del parque de bomberos implica sacar los vehículos del recinto y cortar la calle Montearagón y la plaza Unidad Nacional.

Durante las fiestas, afloran las intervenciones preventivas, y los bomberos, perpetuos solucionadores, siempre están dispuestos a proporcionar respuestas a los problemas, por nimios que estos parezcan.

Parque de Bomberos de Huesca. Foto Myriam Martínez
Parque de Bomberos de Huesca. Foto Myriam Martínez

De esta manera, las asistencias técnicas se intensifican, al rescate de almas noctámbulas atrapadas en ascensores debido a una superación efusiva del límite recomendado, o los habituales olvidos de las llaves dentro de casa. Su labor a lo largo del año, obviamente, va mucho más allá de lo que pueden ser estas acciones puntuales, anecdóticas dentro de su historial de salidas.

"Lamentablemente sigue habiendo muchos accidentes de tráfico", observa el inspector jefe Farjas, y tras el último temporal de viento, los bomberos han tenido trabajo a destajo para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

En otras ocasiones, han afrontado situaciones que no son tan extrañas como se pueda pensar, como devolver al campo erizos, serpientes o buitres, que de cuando en cuando van a parar a las terrazas de algunas viviendas. Recientemente -éste sí que no fue un hecho cotidiano-, tuvieron que auxiliar a un perrito que, con su collar y su chip, se encontraba en el tejado de un edificio, al que no se sabe muy bien cómo accedió.

La labor de un bombero es importante dentro de una comunidad. Protegen vidas y propiedades, realizan rescates, ayudan en emergencias médicas. Contribuyen a minimizar daños y a preservar la seguridad. Ignacio Farjas atiende cada requerimiento con implicación y compromiso. Transmite seguridad y calma, aunque reconoce que, debido a su reciente paternidad, las incidencias que más le afectan "son aquellas en las que hay algún bebé involucrado".

"Todo depende del momento de la vida en el que te encuentres y cómo lo gestionas interiormente", añade.

Las fiestas pueden comenzar. Como personajes épicos dispuestos a salir al rescate en el primer aullido de la sirena, los bomberos aguardan con las botas pulidas y los cascos relucientes, listos para cumplir cualquier misión.

 

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