El Oscense ha vuelto a ser un bar de peregrinación laurentina en estas primeras horas de San Lorenzo. Después de un mes cerrado y con el arranque de las festias, ha reabierto una hora antes del lanzamiento del cohete y desde entonces ha estado lleno de clientes, tanto dentro como fuera.
Belén Sanz, que se ha hecho cargo de la gestión tras la familia Pano, trasladaba la grata impresión que ha tenido a lo largo de la jornada. “A parte de que hemos trabajado superbién, la gente se ha mostrado supercariñosa”, ha comentado.
Según ha explicado, “muchos nos han dado las gracias por habernos atrevido a reabrirlo y además en San Lorenzo; me ha dicho que soy muy valiente”, pero ha destacado que tiene “un muy buen equipo, son una maravilla” y se ha mostrado “muy contenta”.
La afluencia de clientes ha sido muy alta a lo largo de toda la jornada, algo que Belén Sanz no se esperaba. “Como llevamos dos años sin fiestas, estábamos muy desentrenados, pero está lleno y, sobre todo, con muy buen ambiente”, ha confirmado.
Esta empresaria tiene previsto cerrar El Oscense el día 15 para realizar algunas mejoras en el bar, “siempre manteniendo su esencia”.