El prestigioso artista Isidro Ferrer, Premio Nacional de Diseño y de Ilustración, firma el cartel anunciador de las fiestas de San Lorenzo 2025. La obra pone en el centro "el palo, uno de los elementos más simbólicos" de esta celebración, en palabras del propio autor, quien repite así la experiencia de diseñar la imagen gráfica de los festejos más emblemáticos de Huesca, 21 años después de su primera colaboración.
Ferrer, que lleva 32 años viviendo en la capital altoaragonesa, ha asegurado que era para él un honor recibir este encargo y "hacer una imagen gráfica tan representativa, tan crónica, tan importante como es la del cartel de San Lorenzo".
Ferrer ha explicado que inicialmente trabajó con varias ideas, hasta quedarse con dos. “Uno se quedó en el tintero, aunque fue el cartel de San Lorenzo durante unas horas. A la mañana siguiente de entregarlos, supe cuál era el definitivo”.
El artista ha rememorado con especial intensidad la emoción de la mañana del 10 de agosto. "Es en la que se implican, se solapan y se concentran todas las pulsiones, todas las emociones. Ese amalgamamiento tan diverso, coincide en esta plaza en el momento en el que sale el Santo por primera vez y salen los danzantes y hacen el primer baile".

A modo de anécdota personal, Ferrer ha recordado su primer encuentro con el baile de los danzantes. "Cuando llegué estaba llena la plaza. Lo que hice fue subirme al andamio y subieron conmigo dos tipos muy grandes. Venían con su cuba libre de medio litro cada uno, aquello corría peligro. Iban hablando de sus intereses, pero cuando salieron los danzantes y se pusieron a bailar, aquellos dos tipos comenzaron a llorar". Y ha concluido: "Esto es San Lorenzo, una emoción compartida por todos".
El cartel no representa un objeto inventado, sino un palo real que le fue prestado para llevar a cabo este trabajo por la Asociación de Danzantes de Huesca. Ferrer ha ha querido agradecer especialmente al secretario su colaboración. "Los palos -los ha mostrado a la prensa- son los palos de Darío (Bajá), que resuenan no solamente en la fiesta, sino en el latir de cada uno de los asistentes".
Además, el artista ha destacado el simbolismo natural del elemento, "porque es el árbol y el árbol es la tierra; y estos palos no son cualquier madera, son maderas autóctonas: es carrasco, es boj... que pertenecen al sustrato geográfico de Huesca".
Fernando Alvira y Leoncio Mairal también realizaron en dos ocasiones -algunos fotógrafos también, incluso más, apunta el propio Alvira- el cartel de San Lorenzo como Isidro Ferrer, que, desde un punto de vista profesional, según ha manifestado, ha seguido planteamientos similares, pero la experiencia acumulada y la evolución de las fiestas han influido notablemente en su enfoque. “He adoptado estrategias para que sea un cartel integrador, que convoque a la gran mayoría de los oscenses”, indicó.
El color y la composición también han jugado un papel fundamental en el diseño. Ferrer optó por un fondo verde en negativo para que la figura principal, vestida de blanco como los danzantes, destacara en primer plano, especialmente los palos que lleva en las manos.
Sobre la tipografía, explicó que combinó la “Carmen” de Andreu Balius, una fuente española con un toque sofisticado, con una tipografía clásica inspirada en la Futura, logrando una armonía perfecta.
UN CARTEL QUE REPRESENTA
En la presentación también ha intervenido la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, y la concejala de Fiestas, Nuria Mur. El acto se ha escenificado ante la basílica de San Lorenzo y que también ha contado con representantes de distintos colectivos implicados en el programa laurentino como la banda de música, los barrios, mairalesas y la Asociación Cuna de San Lorenzo, entre otros. La regidora ha considerado que no habían podido elegir mejor emplazamiento para dar a conocer la imagen creada por el artista, dado que es el 1800 aniversario de nacimiento del patrón.
Ha considerado que el cartel representa a los miles de oscenses que vuelven a Huesca, a su casa, durante esos días, y a visitantes nacionales e internacionales, que disfrutan de la ciudad transformada durante las fiestas, y vestida de blanco y verde.