Sin tiempo para acabar las fiestas, y de no ser por la extensión de la respuesta, se podría pensar que el comunicado de balance del Grupo Municipal del Partido Popular era una contestación a la rueda de prensa de Lasaosa y Loriente de esta tarde. Pero el resumen para los populares lleva más traca que la pirotécnica todavía no prendida. “El éxito de los oscenses frente al camino a la intrascendencia marcado por Luis Felipe”, sintetiza el PP, que aprecia una respuesta inferior a la esperada en ámbitos concretos fruto de la “negativa o la incapacidad” del alcalde ante la necesidad de diseñar una estrategia para llevar la fiesta de San Lorenzo a un lugar de preeminencia turística.
Sin otra confluencia en el argumentario de ambas partes que el protagonismo de los oscenses y los visitantes que han impregnado de San Lorenzo la calle, Gemma Allué esgrime que que “el propio Luis Felipe demostró que no entiende absolutamente nada cuando proclamó que estas fiestas serían de las de siempre. Ni lo podían ser, porque tras dos años de ausencia Huesca esperaba más, ni un alcalde se puede regodear en el conformismo”.
Las críticas del PP inciden en las advertencias que indicaron semanas antes del inicio festivo. “Hubo una omisión de deber cuando se ignoró la necesidad de una programación estratégica, in crescendo y ambiciosa, que pusiera la ciudad en su lugar en unos momentos de enorme competencia de atracción turística. San Lorenzo es uno de los mayores potenciales económicos para la capital, y es un error inaudito no captar también la atención de quienes no son netamente oscenses. Luis Felipe no entiende San Lorenzo como un filón universal, sino como un interminable “copia y pega” de ediciones anteriores. Si no se sale del puro y simple localismos, Huesca pierde grandes oportunidades”.
Recalca errores “imperdonables” en la agenda festiva. “No se entiende por qué no se reservó para el gran puente de agosto lo mejor de la programación en todo tipo de actos, incluyendo las verbenas de López Allué. Lejos de atraer al turista, le invitamos a pasar de largo en busca de alternativas más atractivas”. Los populares culpan a Luis Felipe de eludir el contacto con los colectivos implicados para el diseño de una “grandes fiestas participativas” y, de hecho, le achacan una manifiesta hostilidad con las peñas recreativas, que solo fueron escuchadas a pocos días del arranque.
LAS ÚLTIMAS FIESTAS DE FELIPE
El Grupo Popular afirma que, “durante décadas, los oscenses apuntalaron los pilares de las fiestas, y ahora se nos exige olvidar que Luis Felipe puso en riesgo a todos ellos”. Se refiere así a las polémicas que, especialmente en el anterior mandato, caracterizaron la semana laurentina. “Hoy es el momento de recordar que Luis Felipe garantizó a sus anteriores socios la progresiva desaparición de los festejos taurinos o el grotesco ‘sainete’ de despojarse de la banda y el bastón de alcalde antes de entrar en la Basílica de San Lorenzo para ocupar, eso sí, el puesto que tenía reservado como alcalde”. “En esos años fue un mal gestor vendido al populismo para conservar la alcaldía. Ahora ha sido, sencillamente, el peor gestor posible de unas aspiraciones ciudadanas que han sido truncadas”.
El PP oscense señala dos grandes conclusiones. “Los oscenses han estado muy por encima de la actitud anodina de su alcalde, aun convencidos de que Huesca merecía más y mejor tras dos años de sacrificio”. Y, ya en el ámbito político, Gemma Allué avanza el mejor pronóstico paras las fiestas de 2023. “Hemos vivido las últimas fiestas organizadas por Luis Felipe, que ya no será un lastre a partir de las próximas elecciones. A partir de ese momento, la ciudad, y no solo sus fiestas, podrá emprender libremente proyectos más audaces, más participativos y más acordes a una capital que pide a gritos un resurgimiento”.