Josan Montull, cura salesiano, ha pronunciado la primera Santa Misa que celebra y reza por la próxima Feria Taurina de la Albahaca, en el patio de cuadrillas de la Plaza de Toros de Huesca rebosante de personas cristianas y taurinas, sin complejos, encabezadas por varias autoridades (Ricardo Oliván, Gemma Allué y Sonia Latre, concejales, Celsa Rufas, diputada provincial) y personalidades como el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, y el presidente del Huesca Agustín Lasaosa. Como anfitrión, el presidente de Tauroemoción, Alberto García, que ha recibido con una sonrisa el deseo del celebrante de que esta feria sirva para "tauroemocionar a todos".
El sacerdote ha comenzado deseando que "las faenas sean buenas y los toreros y todos los que hacen este espectáculo tan hermoso salgan victoriosos y bien. Poner en manos de Dios la fiesta es algo muy típico de los cristianos", algo que además está "en el ADN de los españoles".
Josan Montull ha afirmado que los cristianos estamos "animados a ser siempre alegres. A veces las personas hacemos una dicotomía y creemos que la vida va por un lado y la religión por otro. O creemos que lo que leemos en la Biblia es algo propio de los curas, los teólogos, los especialistas, pero tiene que ver poco con la vida, y no es así". Ha aludido al milagro de las Bodas de Caná, que parece "hasta irreverente" al convertir agua en vino. Las aguas de las tinajas era la que se dedicaba a las purificaciones, como el agua bendita. "Era un agua dedicada a Dios. Jesús hace que un agua dedicada a Dios se convierta en un vino exquisito para que siguiera la fiesta. Y es que la fiesta es propia de los cristianos. La fiesta, la alegría, es propia de los cristianos... Claro que nos apenamos, pero somos hombres y mujeres de fiesta. Por eso esta arena, este albero, esta plaza, tiene mucho de Dios, porque aquí se hace fiesta. Una fiesta apasionante, bellísima. Aquí, la gente viene, aplaude, lo pasa bien, hacen fiesta. Una fiesta sana y hermosa, que es parte de nuestro ADN. Por eso esta plaza tiene mucho de religión y de cristianismo, porque los cristianos sabemos que la fiesta nos habla de Dios".
"UNA PARÁBOLA DE LA VIDA"
Tras poner en manos de Dios y de la Virgen los que componen la fiesta, ha agregado que es "como una parábola de la vida", por lo que ha leído una oración específica: "Señor Jesús, próximos a iniciar las fiestas de San Lorenzo, y en este marco de la Plaza de Toros de Huesca, te pedimos que en la arena de nuestra vida sepamos lidiar con lo que nos toque día a día, que lo hagamos sin acobardarnos, a capa y espada. Que con nuestro esfuerzo y dedicación hagamos una buena faena con los instrumentos que tú nos das para que lleguemos a cumpolir nuestros objetivos".
Con terminología taurino, ha pedido al Señor que sepamos "hacer imaginativas manoletinas ante las dificultades de nuestra historia, sin apralizarnos ni echarnos atrás. Ayúdanos a echar un capote a los que cerca de nosotros sufren o se sienten solos. Que sepamos quitarnos el sombrero ante las personas voluntarias que se efuerzan por hacer un mundo mejor. Que nuestra vida sea tan auténtica que, al ver nuestros pases, otros puedan quitarse el sombrero".
En un bonito uso de las analogías, ha reclamado que, "si la vida nos da cornadas, haz que las afrontemos con valor, sin huir de lo que atemoriza y esperando valientemente, a porta gayola, los desafíos y dificultades, con decisión y coraje, para encararlos con valentía. Que nuestra vida se la brindemos a nuestra madre la Virgen que, a ejemplo de María de Nazaret, vivamos con tal dignidad que sepamos aprovechar el traje de luces que recibimos en el bautismo y hagamos lo posible para que nuestra historia sea más humana".
Finalmente, ha concluido deseando que, "al final de nuestra vida, el respetable que nos ha conocido pueda pedir para lo que hemos sido las dos orejas y el rabo, que podamos salir del ruedo de nuestro existir a hombros de nuestros amigos por la puerta grande para entrar, también por la puerta grande, en el paraíso que nos has prometido. Que Tú repartas suerte. Amén"