Teresa Murray propone identificar, prevenir y gestionar los riesgos frente a la violencia machista

La especialista afincada en Jaca procura a las mujeres habilidades para vivir una vida más segura

28 de Julio de 2023
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Teresa Murray, en el Salón Azul del Casino de Huesca. Foto Myriam Martínez
Teresa Murray, en el Salón Azul del Casino de Huesca. Foto Myriam Martínez

Todavía hay gente que considera que la violencia machista sólo atañe a los países subdesarrollados, o considera que se trata de un problema asociado a la migración. Pero la realidad, según los datos oficiales, es que dos de cada tres mujeres agredidas son españolas y sus atacantes, también tienen esta nacionalidad; y las  49 mujeres asesinadas en España en 2022, las 17.000 violaciones cometidas y las 100.000 llamadas al 061 son cifras rotundas frente a estas percepciones, a las que hay que combatir con todos los recursos posibles. 

Teresa Murray, afincada en Jaca, impartió este jueves una conferencia en el Salón Azul del Casino de Huesca, en el marco de la campaña preventiva municipal de agresiones en grandes eventos, en el que explicó su proyecto Risk Unlimited (Riesgo ilimitado), cuya finalidad es procurar a las mujeres de mayores habilidades para identificar, prevenir y gestionar riesgos de cualquier tipo, entre los que se encuentra el de sufrir algún tipo de violencia.

Murray trabajó durante muchos años en zonas en conflicto armado, con alta criminalidad, violaciones y agresiones, y ahora imparte talleres en los que aplica toda su experiencia y conocimiento. Su enfoque es pragmático, no apela al miedo, enseña a vivir una vida más segura. "Es como cuando te pones un cinturón de seguridad al entrar en un coche, no evitas el accidente pero sí reduces el impacto. Puedes saber artes marciales, pero si no estás acostumbrada a situaciones violentas, lo más probable es que te quedes paralizada".

La mayoría de agresiones, observa, se producen dentro del ecosistema relacional de la persona. "No quiere decir que todas tengan lugar dentro de la pareja, pero la mayoría las causan personas conocidas -destaca-. Nuestro ecosistema es más extenso de lo que pensamos. Si trabajo en un bar, puedo conocer a clientes de vista, pero, a lo mejor uno de ellos me está estudiando y una noche me sigue".

Puntualiza que el contexto de las relaciones y de las situaciones de cada persona son diferentes, por lo que se no se puede hablar de una fórmula como solución. Sin embargo, asegura que hay técnicas que permiten analizar cualquier situación en la calle, en el trabajo, o en las relaciones románticas, y entender cómo reducir nuestra exposición a un riesgo potencial, que no necesariamente tiene por qué materializarse.

"Los riesgos son cosas que podrían pasar, no son hechos. Pero, si reduzco mi exposición y actúo sobre el riesgo, la posibilidad de que algo pase es menor. Tengo que ser consciente y mirar mi vida a través de otros ojos. Cerrar la puerta después de que se ha escapado el caballo es demasiado tarde".

Así, indica que hay que conocer los patrones de una persona "potencialmente abusiva o violenta" y aprender técnicas  de desescalada en momentos de máxima tensión. "Hay que abrir espacios para conocer cómo funciona la violencia, que se manifiesta de muchas maneras en el día a día, en nuestra propia casa, en el tráfico", dice, y apunta que, en 2022, más de 36.000 hombres agredieron a mujeres, mientras que el caso inverso resulta muy poco significativo. "Hay que tener muy claro dónde está el problema". 

Teresa Murray observa que el número de violaciones que se produjo en España en 2022, las 17.000 referidas al principio del texto, podrían, en realidad, multiplicarse por dos, tres y hasta cuatro. "Hay muchas mujeres que no denuncian por miedo a no ser creídas, porque creen que han contribuido por la ropa que llevaban puesta, porque estaban borrachas, o porque no están seguras de si han sido o no violadas", indica.

Sienten celos, rebajan a las mujeres y matan su autoestima, controlan el dinero, gritan, no tienen por qué agredir físicamente... Hay muchos rasgos abusivos que hay que saber identificar. "Yo misma estuve en esa situación, no te llegan a pegar pero dudas de tu propio criterio, el Síndrome de Estocolmo en una relación. Y no ocurre sólo en barrios marginales, no tiene nada que ver con el poder adquisitivo, la inteligencia, educación o procedencia. Es algo progresivo y a veces pasa desapercibido. Cada relación y cada hombre es un mundo".

Teresa Murray reitera la necesidad de adoptar medidas que minimicen los riesgos que sufrimos. "Predicamos que hay que estar alertas, no alarmadas. Hay que observar a quien me observa, es muy importante escuchar a nuestra intuición. Si vamos a correr por la noche, no lo hagamos con cascos, que no me van a dejar oír. Si vas sola por un sendero y hay una furgoneta, date la vuelta y ve por otro, ¿qué pierdes? La observación y el conocimiento de patrones nos ayudan a distinguir".

Y propone la simulación de situaciones, porque se fijan en el cerebro y cuando se presentan, la reacción puede ser más rápida y eficaz. "Es muy claro el caso de una mujer cinturón negro de kárate, que fue violada en Nueva York a pesar de tener capacidad para reducir a cuatro hombres. Sin embargo, cuando le atacaron se quedó congelada, porque no estaba preparada para esa situación".

 

 

 

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