Traca, terremoto y abanicos. Los tres motivos de la Pirotecnia Oscense para despedir San Lorenzo 2022 y ahuyentar la nostalgia de lo que ha sido para dispararnos hacia el deseo de un prometedor San Lorenzo 2023.
El último acto de la actual edición laurentina ha sido la traca que, con estruendo para despertar incluso a los estorninos, ha recorrido toda la periferia de la Plaza de Navarra con 300 metros de material pirotécnico.
Para no dejar espacio para la invasión melancólica, un terremoto de 100 metros con doscientos potentísimos petardos ha removido los cimientos de la plaza.
El final tiene que ser hermoso y esperanzador. El color se apodera del cielo desde el tejado del Casino Oscense componiendo abanicos desde ambos lados. Un efecto sublime, ocho desde cada espacio para un total de 80 que, a través de un doble tubo, se han convertido en 160. Una buena manera de airear cualquier atisbo de tristeza y dibujar en el cielo la ilusión por San Lorenzo 2023.