Raúl Bernal sale, con el dulce regusto que acompaña al autor del Mejor Bombón Artesano de España. Y es que San Lorenzo es dulce, es hermoso, es la fiesta de todos los oscenses, la de toda España, ¡qué caramba! Y ahí que ha ido el pastelero. Y, asesorado por Gonzalo Hernández, y con la alcaldesa, Lorena Orduna, y la concejala de fiestas, Nuria Mur. Y ha tomado el fuego, y ha prendido la mecha y.... ¡PUM PUM PUM! Ha despertado a San Lorenzo.
El pastelero rezumaba tanta felicidad como quienes le han aclamado abajo. Nuria Mur ha dado las gracias a los oscenses y a los que han escogido desde fuera vivirlas con todos nosotros. "Por unas fiestas en blanco y verde, por unas fiestas vibrantes, emocionables e inolvidables. Viva San Lorenzo, viva Huesca". Y Raúl Bernal no ha querido hablar, ¡para qué! Su disparo ha hablado por él.
Debajo del cielo fuerte (Lorenzo le llaman), miles de gargantas desafiantes del calor han saltado, han bailado con la música del Dance de Espadas, han rezado a su manera y en su tinta vestimenta que aloja el blanco y verde del corazón. Y oían aunque sin escuchar a Raúl, porque en la fiesta está más el gritar el Viva Huesca y Viva San Lorenzo que nada. Es una forma de respeto al que prende la mecha de la fiesta, el que pone los resortes de la semana más bonita del año. Porque Huesca es, desde ya, la capital mundial de la alegría, del júbilo, del alborozo, de la fraternidad.
Por delante, después de coger fuerzas con el almuerzo, rendir respeto a las banderas y recordar que somos hermanos con Tarbes además del bonito Saludo al Santo, la cabalgata y las calles de la ciudad increíblemente impregnadas de felicidad.
Vamos adelante, cabalgando en mejor de la mejor convivencia, con todo el respeto, porque San Lorenzo y Huesca son emoción. Por eso, mil millones de vivas para ambos.