Contemplar cómo un pueblo entero se lanza a las calles para celebrar al mismo tiempo, compartir saludos y sonrisas y reconocerse en lo común tiene un valor excepcional. En Almudévar, esa expresión colectiva se materializa en la cabalgata de carrozas, que demuestra cómo la ilusión compartida puede multiplicar la alegría de todos los vecinos. Pocas actividades reúnen a tantas generaciones con un objetivo tan definido: marcar el inicio de las fiestas en honor a la Virgen de la Corona, después de semanas de trabajo paciente y minucioso.
A las doce del mediodía, la alcaldesa Sofía Avellanas, y el presidente de la Banda de Música, Jesús Atares, han acompañado al director de la formación musical, Alejandro Escuer, que ha sido el encargado de lanzar el cohete desde el balcón de la Casa de Cultura. Mairalesas, quintos y quintas, y otras autoridades como la diputada de Servicios Sociales, Lola Ibort, también han participado en este arranque festivo, que ha desatado el entusiasmo de toda la población.

El desfile de carrozas ha recorrido las calles con un derroche de imaginación que ha dejado constancia del esfuerzo colectivo. La Banda de Música ha abierto paso, marcando el compás, seguida de las mairalesas y de un cortejo de seres marinos entre pulpos, calamares, medusas, tiburones, cazadores de tiburones, Poseidón y sirenitas de distintos tamaños, rodeados de burbujas, corales y barcos piratas.

Los detalles del desfile han resultado deslumbrantes. Personajes de Bollywood, figuras de Disney, hippies, indios, cheerleaders y jugadores de la Super Bowl han complementado el espectáculo, entre montañas de confeti. No han faltado los mensajes de paz y en contra de la guerra. Más allá de la diversión, los ciudadanos han apreciado la dedicación que exige concebir las ideas, elaborar los disfraces, engalanar las carrozas y coordinar las coreografías, sobre todo en las infantiles, donde la implicación familiar se ha hecho evidente en cada movimiento.

La fantasía ha llegado a rincones insospechados. Las calles se han llenado de máscaras y góndolas venecianas, curas y monjas que aparecían con la fumata blanca anunciando un nuevo Papa, bodas al estilo Elvis Presley en “Almuvegas”, guiños a Juego del Calamar, samba brasileña, gnomos del Polo Norte, vaqueros del lejano oeste, Peter Pan y los personajes de Aquí (En Almudévar) no hay quién viva. Cada carroza ha reflejado semanas de planificación, creatividad y esfuerzo colectivo, convirtiendo la cabalgata en un auténtico museo itinerante.
Los galardones han reconocido la excelencia y la originalidad de las creaciones. Entre las infantiles, Piratas del Caribe, Almubollywood y Bajo el Mar han sido las más destacadas, mientras que en la categoría adulta los premios han correspondido a En Almudévar no hay quien viva, Turismo Rural y Venezzia. Más allá de los premios económicos, la verdadera recompensa ha sido la ovación de los vecinos y la alegría compartida que ha inundado la villa.
LAS FIESTAS SIGUEN
La tradición seguirá estando presente a lo largo de las fiestas. Los quintos y quintas asumirán un papel destacado en la Ronda del Farol, que comenzará esta noche a las doce. Cada quinto portará un farol artesanal con una vela encendida en el centro y recorrerá las casas de las mairalesas, donde serán recibidos con aperitivos, tortas y vino.
Después, dará paso a la Ronda de la Galera, que se pondrá en marcha al amanecer del día 8, presidida por una carroza enramada con hiedra, boj, cañas y otros arbustos, tirada por mulas adornadas. Los quintos portarán el “espedo”, una barra de hierro donde tradicionalmente se clavaban las tortas de “moño” y se depositaba dinero, mientras recorren las calles.

Ese mismo día se realizará la presentación de 23 niñas y niños ante la Virgen y se les entregará la pañoleta granate, con la participación de sus progenitores y bajo la supervisión del párroco Francisco Raya.
El día 9 volverán a bailar los danzantes en la plaza -actuación que se repite cada tres años-, el 10 se celebrará el esperado concurso infantil de playback, el 11 será el día de los mayores con su homenaje y el espectáculo del hipnotista Toni Pons, y finalmente, el 12 las fiestas se despedirán con la emotiva procesión de subida de la Virgen, los fuegos artificiales y un gran cierre musical en la Plaza de España.
UNA VILLA HOSPITALARIA
La alcaldesa Sofía Avellanas, que vive sus primeras fiestas al frente del Ayuntamiento, ha expresado su entusiasmo por el arranque de la programación. “La cabalgata ha ido creciendo de diez años hasta aquí de tal manera que ya no se la pierde nadie. Hay que agradecer la implicación de todos, el trabajo y la dedicación desde agosto para preparar las ideas, elaborar los disfraces y engalanar las carrozas. Es de los actos que más me gustan y recomiendo que nadie se lo pierda por el buen ambiente que genera”.
También ha destacado la importancia de los actos populares -sin olvidar, por supuesto, los más tradicionales- y ha resaltado, entre otros, los playback, "que llenan la plaza y unen a todas las edades". Ha expresado su deseo de recuperar la modalidad de adulto, que se perdió hace algún tiempo.ç

Sobre la esencia de las fiestas, lo tiene muy claro: “La gente de Almudévar es profundamente hospitalaria, abre sus hogares, se respira un ambiente cordial en las calles y hay un fuerte deseo de compartir y disfrutar de encuentros con quienes viven lejos. Son jornadas de convivencia, de relación cercana y muy especiales”.
Respecto a su experiencia como alcaldesa, ha asegurado sentir una gran ilusión, la misma de otros años. "La motivación es idéntica a la de cuando fui concejal, aunque la responsabilidad añade algo de nervios". Pero el estadillo del cohete ha pulverizado la tensión y ha dado paso al entusiasmo. ¡Felices fiestas, Almudévar!