De la misma manera que ha sucedido en la ciudad de Huesca en este 2023, la capital ribagorzana de Graus vivirá próximamente un hecho histórico. Por primera vez y tras la asamblea general celebrada el pasado sábado, las mujeres podrán bailar el bailes de las espadas el cual hasta el año pasado sólo podían bailarlo hombres. Este dance se celebra todos los días 13 y 14 de septiembre dentro de las Fiestas en honor al Santo Cristo y San Vicente Ferrer.
La renovada junta que entró el año pasado ha llegado a un acuerdo para modificar el reglamento de régimen interno, concretamente el artículo 7.2 apartados A) y B). Así, las mujeres tendrán derecho a bailar las espadas, como se viene haciendo desde hace unos años con el grupo infantil. "Estamos muy contentos con este pequeño pero tan importante avance", asevera la junta.
Los dances son uno de los principales atractivos de la Fiestas Patronales de Graus y uno de los momentos más esperados por los grausinos y sus visitantes durante todo el año. Formar parte del grupo de danzantes y rapatanes es todo un orgullo para los ciudadanos de la villa.
La junta explica que este cambio no afecta a ningún danzante que esté en activo, puesto que se siguen los mismos criterios que hasta ahora. Se le guardará puesto a todo aquel danzante que manifieste su interés por seguir bailando durante la primera semana de ensayos que comenzarán el próximo día 21 de agosto.
Antonio Vidal preside una junta renovada desde el año pasado está compuesta por Guillermo Fillat, vicepresidente; María García, secretaria; Víctor Senz, tesorero; y los vocales Valentín Trell, Almudena Trell y Alberto Riverola.
Al son de las gaitas, el baile de las espadas se desarrolla en tres fragmentos musicales distintos: La Cardelina, Taninaná y La Culebreta. En total son 20 danzantes divididos en cinco cuadernas y dos rapatanes dan forma a un coreografía colorida y vistosa por los llamativos atuendos. Resalta el utilizado por el grupo central, con trajes de volantes, dos en color azul celeste y dos en rosa pastel, con pomposos encajes, medias, guantes, collares y sombreros floreados. La explicación a este vestuario puede encontrarse en la de tratar de incorporar el elemento femenino en un baile masculino que, en origen, celebraba la fortaleza, la virilidad y la fertilidad.