Los quintos de Almudévar han cumplido con la tradición local y han celebrado dos de los actos más arraigados de sus fiestas patronales en honor a la Virgen de la Corona, la Ronda del Farol y la Ronda de la Galera.
A las doce de la pasada noche, los Quintos han iniciado la Ronda a las Mairalesas, con un farol elaborado artesanalmente. Alumbrados por las velas y acompañados por la rondalla, han realizado el recorrido nocturno por sus casas, cantando y bailando. Ellas, en correspondencia, les han obsequiado con comida y bebida.
A las 8:00, le ha tocado el turno a la Ronda de la Galera. Una carroza decorada con diversos vegetales y tirada por un mulo y una mula engalanados con arneses, ha recorrido todo el pueblo para cantar coplas personalizadas por las casas.
De su interior salían las voces de algunos joteros, la mayoría del pueblo y otros procedentes de Huesca, que se han empleado a fondo durante toda la mañana. Este año, la etapa ha sido más larga, porque se ha ampliado a Las Sabinas, la parte nueva del pueblo.
"Recogemos el dinero que nos dan las familias para ayudar a pagar las fiestas", ha explicado Daniela Otín, que ha asumido la responsabilidad de dirigir a la comitiva.
Siguiendo sus indicaciones y tirando de los mulos se encontraban Luis y Josete, de la empresa Hípica Zahorí, ubicada en la localidad navarra de Falces. "Es el primer año que venimos y esperamos que no sea el último -han comentado-. Hecemos arrastre de toros, exhibiciones de labranza antigua, paseos con carro... Siempre mirando por el animal, pero a lo que nos manden".
Conforme avanzaba la mañana, se han ido sumando más vecinos al desfile. Los quintos se han preocupado de preparar un almuerzo a base de migas, huevos y longaniza para premiarles.
Una de las quintas portaba una vara de hierro, en la que se han ido clavando las tortas típicas de Almudévar, con confites y azúcar, que sólo se preparan para las fiestas y que, a lo largo del itinerario, les han regalado como signo de agradecimiento.
Daniela Otín comenta que no sabe desde cuándo se celebra esta tradición, pero sí que su padre y su abuelo ya rondaban por las casas. El secreto para no sucumbir a un comienzo festivo tan intenso, al que hay que sumar el arranque con el lanzamiento del cohete y el desfile de carrozas, lo conoce muy bien: "Mucha energía y muchas ganas, porque esto sólo es una vez en la vida".
Una galera de los años 50
La galera que recorre el pueblo de Almudévar en este acto es de Fernando Samper, que cuenta que es de entre los años 1940 y 1950 y la hizo José Latorre con la ayuda José María Latorre. “Se utilizaba para ir con las mulas al campo para entrar en la mies y recoger el grano, pero cuando se acabaron las mulas las quemaron todas. A mí me hizo mucho duelo quemarla y ahora es un lujo ver un aparato de estos, porque ya no queda casi ninguna”, ha explicado. Hace poco le recordaron que costó unas 3.500 pesetas; “¡pero si serán 200 euros de ahora!”, ha exclamado.
Fernando Samper siempre dice a los quintos que adornen bien la galera, porque “van por todo el pueblo y viene gente de fuera”, y también que se la cuiden. “Me alegro de que vengan a buscarla, porque ellos gozan un día y yo la tengo aquí guardada… Les dije que se la podían llevar, pero que la tenían que cuidar, que no lleva ruedas de goma, son de madera y hay que remojarlas para que no se estropeen”.
Samper, de 89 años, ha recordado cuando en su juventud participaba en la Ronda del Farol y en la de la Galera. “Nosotros, en el año 1955, trajimos a unos joteros de Huesca, uno era Pepe Lera, que fue muy famoso. Nos costó una barbaridad, pero rondamos a los abuelos y a todos y aún salimos con superávit”, ha comentado entre risas.