Fuente y sotos de Marcelo. Foto Joaquín Santafé
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Puente de San Miguel en Huesca.
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Un puente de madera cruza el río. Foto Joaquín Santafé
3/12
El acceso es muy fresco en verano y está protegido por la vegetación en invierno. Foto Joaquín Santafé
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Para llegar, se recorre la ribera del río Isuela por un frondoso camino con numerosas huertas. Foto Joaquín Santafé
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Fuente y sotos de Marcelo. Foto Joaquín Santafé
6/12
Son tres kilómetros de recorrido hasta llegar a Marcelo. Foto Joaquín Santafé
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Fuente y sotos de Marcelo. Foto Joaquín Santafé
8/12
En el Soto de Marcelo, además de la fuente, encontramos mesas y bancos para descansar o tomar un almuerzo. Foto Joaquín Santafé
9/12
El puente. Foto Joaquín Santafé
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Fuente y sotos de Marcelo. Foto Joaquín Santafé
11/12
Está declarado Bien de Interés Cultural y fue restaurado recientemente. Foto Joaquín Santafé
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Fuente y sotos de Marcelo. Foto Joaquín Santafé
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Puente de San Miguel en Huesca.
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Un puente de madera cruza el río. Foto Joaquín Santafé
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El acceso es muy fresco en verano y está protegido por la vegetación en invierno. Foto Joaquín Santafé
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Para llegar, se recorre la ribera del río Isuela por un frondoso camino con numerosas huertas. Foto Joaquín Santafé
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Fuente y sotos de Marcelo. Foto Joaquín Santafé
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Son tres kilómetros de recorrido hasta llegar a Marcelo. Foto Joaquín Santafé
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Fuente y sotos de Marcelo. Foto Joaquín Santafé
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En el Soto de Marcelo, además de la fuente, encontramos mesas y bancos para descansar o tomar un almuerzo. Foto Joaquín Santafé
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El puente. Foto Joaquín Santafé
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Fuente y sotos de Marcelo. Foto Joaquín Santafé
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Está declarado Bien de Interés Cultural y fue restaurado recientemente. Foto Joaquín Santafé
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