La A-125: una carretera de vergüenza y peligro

Martín Compaired
21 de Octubre de 2025
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Soy un albañil y todos los días tengo que usar la carretera A-125 entre Ayerbe, Biscarrués y Ardisa. Paso más miedo en la carretera que en la obra. Quien la conozca sabe bien de qué hablo: baches, hundimientos, sin arcén y con un traqueteo constante que parece sacado de otro siglo. ¡Pataplom, pataplán! Parece que vas por una huebra y se caen las cosas del salpicadero.

La DGA lleva años anunciando planes de mejora, pero la realidad es que la carretera está cada vez peor. Es un peligro enorme para cualquiera que pase y una auténtica vergüenza. Como vecino, propongo que los ayuntamientos afectados presenten una denuncia en el juzgado para exigir responsabilidades y una reparación urgente al Gobierno de Aragón.  No puede ser que se juegue así con la seguridad de los conductores y trabajadores que la usamos a diario. Si las instituciones no actúan por iniciativa propia, deberán hacerlo por obligación judicial.

Además, si no se hace nada antes estamos organizando una movilización el próximo 6 de diciembre e invitamos a los afectados por otras vías en mal estado —como la A-131 entre Sariñena y Fraga o la A-1239 entre Albalate y Esplús— a unirse. Si no nos movemos todos juntos, nuestras carreteras rurales seguirán siendo las grandes olvidadas.

 

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