Pilar Lachén

Algún que otro despropósito

13 de Agosto de 2023
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No voy a mencionar nada ni a favor ni en contra de las corridas de toros, cada cual tiene sus gustos y son respetables, por lo menos para mí. Lo que no me parece ni medio normal son los insultos que se profieren a las personas que acuden a la plaza de toros, llamándolos asesinos. Me parece muy bien que protesten, que digan que no les gustan, pero de ahí a insultar, estamos hablando de otro terreno, para mí bastante peligroso.

Podría decir que, en algunos de los conciertos o en canciones que pinchan los Dj, se trata a las mujeres de manera totalmente cosificada, vamos que somos un simple instrumento para satisfacer los instintos de los hombres y, por supuesto, no pienso ir a ningún sitio a insultar al que está cantando o pinchando y decirle que es un misógino machista.

Estamos llegando a esa sociedad de despropósitos en la que mi verdad es la buena y, por lo tanto, tengo todo el derecho del mundo a meterme con aquel que no comulgue con mis ideas. Pero a ver, almas cándidas, ¿no vivimos en un país en el que existe la libertad de expresión y podemos exponer nuestras ideas para que sean rebatidas y no impuestas?

Casi da miedo pensar en lo que puede llegar a ocurrir si seguimos por este camino de incomprensión, de obsesión y de seudofanatismo. ¿Cuánto cuesta entender que cada uno es libre de pensar lo que quiera y que podemos hacerle entender que está equivocado y que tiene todo el derecho a seguir con sus ideas?

Entiendo que con esos gritos de asesino, estas personas no comerán carne de ningún animal y no me sirve el hecho de que el toro muere en la plaza como espectáculo para que se diviertan unos cuantos humanos, porque también hay crueldad en las granjas de cerdos, pollos, etc. ¿O acaso estas almas cándidas no saben que los cerdos mueren de estrés en el traslado en camiones? ¿O que los pollos reciben seis vacunas para que engorden rápido y así, llenen nuestros estómagos cuanto antes?

Esto ya no es cultura y no cultura, esto es respeto. Si no te gustan los toros es simple: no vayas. Yo no voy a según que tipo de conciertos.

Y para terminar estos escasos despropósitos, me gustaría saber si el ayuntamiento ha colocado urinarios públicos y, en caso afirmativo, que ponga algunos más. Mi sorpresa ha sido mayúscula al ver en una céntrica calle de nuestra ciudad coche aparcado, chica orinando, coche aparcado, chica orinando, coche aparcado,…

En fin, que la falta de respeto brilla por su ausencia, que el yo primero y para terminar yo, sigue imperando y que me debo de estar volviendo muy mayor para que estas cosas me asombren, cuando pensaba que ya nada podía asombrarme.

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