Fernando Sabés

Anclados al pasado

Secretario general del PSOE Alto Aragón
19 de Enero de 2024
Guardar

Ni “momento político” ni “ideología de género”. La ultra derecha se ha quedado sola negando una reforma constitucional que permite dar un paso importante hacia la plena inclusión. Los de Santiago Abascal, socios preferentes del Partido Popular, se han negado a acabar con un término que denigra a miles de españoles. Estamos hablando de algo tan esencial como es la igualdad de todos, eso que tanto dicen defender y que han negado a quienes tienen diferentes capacidades.

Es ilógico. Lo mires por donde lo mires. Estamos en pleno siglo XXI y Vox, que recordemos forma parte del Gobierno de Aragón, del Ayuntamiento de Huesca o el de Binéfar y de la Comarca de la Hoya de Huesca entre otras instituciones, está instalado en una realidad que vivían las personas con discapacidad hace 4 o 5 décadas. Y lo peor es que nos la quieren traer de vuelta.

Aunque si tenemos en cuenta lo que hemos visto estos días, no es de extrañar. Cuestión de “estética” le parecía al vicepresidente de Aragón que en el PSOE hayamos pedido que retiraran el anuncio de su departamento, porque él tiene las competencias en despoblación, en el que vendían un mundo rural que ya no existe. Para la ultra derecha, los pueblos son lugares añejos, en blanco y negro, sin otra opción que la agricultura del siglo XIX y con escuelas que mantienen pupitres, pizarras y decoración de mucho antes de la Transición.

No entienden, o mejor dicho, no conocen todo el proceso de modernización que se ha llevado a cabo en el sector primario y al que se han incorporado ámbitos tan importantes como el de la transformación agroalimentaria, la industria o el sector servicios. Como tampoco saben que nuestros hijos e hijas acuden a centros modernos y, por ejemplo, bilingües que poco tienen que ver con el olor a naftalina que desprenden las imágenes de una escuela franquista proyectadas en el vídeo del Gobierno de Aragón

Para ellos, el pueblo es sinónimo de segunda residencia, no de un lugar para la vida. Demuestra que no ven nada más allá de Paco Martínez Soria en “La ciudad no es para mí”. No son conscientes del progreso y los avances de las últimas décadas, no saben que hoy hay empresas punteras que trabajan para todo el mundo desde pequeños núcleos de población, también aquí, en el Alto Aragón. No han sabido entender que la gente de los pueblos, más allá de la boina enroscada en la cabeza, entendemos el funcionamiento de un semáforo cuando vamos a la capital, sabemos utilizar un ascensor o unas escaleras mecánicas.

Nacimos aquí, y por elección nos quedamos en el pueblo. Vivimos y trabajamos en ellos. Y mostramos con orgullo, a quien nos pregunte, nuestros orígenes. Porque lejos quedaron aquellos tiempos en los que se veía al medio rural como un entorno sin oportunidades ni recursos, sin cultura y con un nivel educativo inferior al de la ciudad. Aquí, en nuestro territorio, en nuestros pueblos, hay jóvenes con más formación que muchas personas que viven en la ciudad, con un sector agrícola y ganadero puntero en tecnología y desarrollo, con iniciativas de emprendimiento novedosas, hay grupos de música y de teatro, y oportunidades para todos.

También para las personas con discapacidad. Y aunque pueda parecerle extemporáneo a alguno de los que votaron contra la supresión del término “disminuido” de nuestra Constitución, no hay duda alguna de que forman parte de la sociedad, tienen formación y trabajo, han ido a clase en innovadores centros rurales agrupados y participan de forma muy activa en la vida de nuestros municipios.

Juntos tenemos un gran valor: vivimos el presente y pensamos en el futuro, porque como decía el célebre cantautor Juan Gabriel, “lo pasado, pasado”. Dejémoslo allí y sigamos avanzando.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante