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El annus horribilis 2024 de Renfe-Adif con Huesca: 20 grandes retrasos que siembran la desconfianza

05 de Enero de 2025
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La última incidencia del annus horribilis. Los viajeros, llegando a la 1:04 a Huesca, 3 horas y 42 minutos después de lo previsto
La última incidencia del annus horribilis. Los viajeros, llegando a la 1:04 a Huesca, 3 horas y 42 minutos después de lo previsto

Explica en la Tribuna de EL DIARIO DE HUESCA Rafael López Guarga, decano del Colegio de ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en Aragón y Vicepresidente de la Alianza de Corredores, que "Sin fiabilidad no hay servicio". Sin fiabilidad desaparece la confianza y la credibilidad, que es lo que sucede en una sensación creciente entre los pasajeros del AVE Huesca-Madrid-Sevilla y viceversa, realidad a la que no están ajenos los usuarios del regional y específicamente los de Zaragoza-Grañén-Binéfar.

Sirvan como muestra, en el caso de la alta velocidad, estos 20 incidentes que han jalonado 2024 con grandes demoras, publicados por nuestro medio. Entiéndase que, obviamente, habrá habido alguno más que se haya escapado a nuestro periscopio informativo. Y también que estos incumplimientos de Renfe y Adif se refieren a importantes retrasos, porque la puntualidad no ha sido el fuerte de ambas compañías en muchísimos más viajes.

Aprecien, de esta enumeración, otra circunstancia: de los 20, 14 se han producido en el segundo semestre, lo que permite intuir que se ha acelerado el envejecimiento de la unidad asignada a Huesca-Madrid-Sevilla y viceversa, la 02861. A su decrepitud, se suma otra circunstancia: le han añadido a su tradicional Huesca-Madrid los kilómetros hasta Córdoba y Sevilla. Como cuando se apalea a un pollino para que alargue su trayecto.

El catálogo se podría remontar perfectamente a 2023, cuando desde el 27 de enero ya se apreciaban grandes problemas que se perpetuaban todo el ejercicio. Pero, situándonos en 2024, el 20 de febrero, el AVE Madrid-Huesca hacía un completo: retraso por incidencias en la infraestructura (Adif) y a la llegada de Calatayud avería en la unidad 3393 (Renfe), que en esta ocasión reemplazaba al viejo habitual, el 02861.

El 25 de marzo, problemas de infraestructura en Tardienta-Almudévar afectaban a la circulación de trenes y no salía el AVE ni circulaban regionales. Estaba estropeado el sistema pantógrafo-catenaria.

El 26 de marzo, el AVE Huesca-Madrid se avería y retorna a Huesca, donde sus viajeros son realojados en el Regional, naturalmente de pie al estar el tren abarrotado de sus usuarios habituales.

El 28 de abril, la unidad de alta velocidad Huesca-Madrid se niega a continuar a un kilómetro de la salida, retorna y otra vez reubicados en el Regional, en condiciones nada correspondientes a los tiempos actuales.

El 26 de mayo, el Regional se hace cargo nuevamente de los viajeros del AVE que no ha podido salir.

Cuarro días después, el 30 de mayo, el AVE de las 19:05 Madrid-Huesca para en la Estación Intermodal con 107 minutos de retraso en una nueva odisea.

Un día después de la entrada en vigor del nuevo Compromiso de Renfe, el 2 de julio, que ampliaba de 30 a 90 minutos el retraso que había de ser acumulado para restituir todo el precio del billete, la primera en la frente: 92 minutos después de salir de la capital española y tener que volver a los cuatro kilómetros.

El 5 de agosto, el AVE Huesca-Madrid, el famoso 02861 Alstom de la generación inaugural en 1992, quedaba varado (palabra de moda en Huesca en asuntos ferroviarios) y había de ser sustituido hasta Zaragoza por un Regional.

El 31 de agosto, un problema en la catenaria entre Tardienta y Almudévar afecta a cuatro combinaciones distintas de ferrocarril, entre ellas el de alta velocidad.

El 16 de septiembre, más madera. El AVE de Huesca-Madrid no sale por una incidencia técnica, como la define Renfe sin especificar más.

El 19 de septiembre, la unidad 02861 se declara en "paro técnico", "está completamente inútil", como dicen algunos pasajeros. Se queda atascado en Guadalajara, ha de retornar a Madrid y a las 22:15 horas, más de tres de retardo, parte hacia Huesca. En Zaragoza, trasbordo a un regional. La ley de Murphy.

El 14 de octubre, una avería en la señalización afecta a los trenes de alta velocidad y de media distancia. Esta juerga corre por cuenta de Adif.

Tres días después, el 17, nuevamente la infraestructura ocasiona grandes retrasos en AVE y medias distancias.

El 16 de noviembre, una vuelta de tuerca más en la espectacularidad de los desatinos. Tras dos horas y media detenidos entre Calatayud y Guadalajara, los pasajeros "hacen autostop" y, con rampas metálicas, pasan de un AVE a otro para llegar a Madrid. En la peripecia, el equipo de Intec-Zoiti que iba a un campeonato a Sevilla y llega con una gran demora.

El 19 de noviembre, el AVE 2861 otra vez circula con no menos de 80 minutos después de transitar un tramo entre Guadalajara y Calatayud a 40 kilómetros por hora. Luego, coge la directa para quedar por debajo de la hora y media del Compromiso Renfe.

El 2 de diciembre, un parón en Calatayud motiva que la misma unidad llegue con 70 minutos de dilación a la Estación Intermodal de Huesca.

El 9 del último mes del año, el 02861 no parte de la estación oscense, por lo que los viajeros son nuevamente reubicados en un regional, de pie, hasta Zaragoza.

El 18 de diciembre, el viejo tren dice basta y se queda por su propia avería en la Intermodal. Sus sufridos usuarios, en Regional y en autobuses.

Un día después, el convoy 3872 trata de remolcar hasta los talleres de la compañía en Madrid al 02861. Problemas en el acoplamiento provocan que en Delicias ya aprecien el panel en el que se indica que, como mínimo, llegará con 50 minutos de retraso.

Para acabar el año, un clásico: arrancar en Madrid un día y llegar a Huesca el siguiente. El 27 de diciembre, por una avería de otro tren entre Guadalajara y Calatayud, un abarrotado AVE espera a partir y, tras diversas vicisitudes, arriba en la capital oscense 222 minutos después de lo estipulado. Superó la una de la madrugada. Había vuelto del taller, por cierto, el 02861, aunque en esta ocasión no fue el detonante.

Han sido las cuitas de la Alta Velocidad ferroviaria en torno a Huesca y su conexión con Madrid y Andalucía. Súmenle retrasos de cuatro horas entre Zaragoza-Grañén-Binéfar o esa hora larga de demora de los estudiantes de Monzón que acudían a examinarse a la capital aragonesa. Annus horribilis sin duda para los pasajeros de Renfe que ruedan por las vías de Adif. Como explica el ministro de la cosa, "la mejor época de los trenes". Que alguien le explique esta realidad.

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