Miguel Ángel Fustero

El Aragón real y no el que nos cuentan

Ex coordinador general de Izquierda Unida en Aragón
19 de Octubre de 2022
Guardar

El Aragón real no es únicamente el de rasgarse las vestiduras por ver quién es más patriota, aragonesista, anticatalán...

El Aragón real no es el de una teórica mayoría indignada por no ser candidatura a unas hipotéticas olimpiadas de invierno, sede de un  mundial de fútbol, preocupada por si hacemos una Romareda nueva o reformamos la actual, por los criterios para que nos concedan o no una agencia espacial de ámbito nacional o nos presentemos a ser sede de estructuras, estamentos y algun otro invento a nivel estatal, por cierto llegando casi siempre tarde y mal, quizá por nuestro peso político y como consecuencia de  haber sido excesivos a la hora de levantar la voz para tener más relevancia en batallas intramuros partidarias, etc.

El Aragón real no es el que premia a Jiménez Losantos, no habrá otros que lo tienen más merecido  y no quiero ni pensar el motivo, si se están  moviendo tras de la cortina otros intereses ...

El Aragón real no es solamente el de los besamanos, pleitesías, conformismo, ricos para ellos y avaros para su tierra o mesas camillas.

No eso no es solamente el Aragón real.

El Aragón real es el de cómo van las listas de espera para quienes esperan una intervención o ir al especialista en la sanidad pública.  Cómo están los centros de salud de los pueblos, esos que decimos querer sacar de la despoblacion, de la  España rural, de la España vaciada ...  

El Aragón real es cómo está la educación,  la universitaria y la no universitaria, en que condiciones están las residencias para nuestros mayores, los que no pueden pagar una privada por su raquítica pensión, cuántas plazas públicas hay, cómo van las listas de espera de la Ley de Dependencia solo para clasificar el grado, no te digo para más cosas ...

El Aragón real es cómo protegemos nuestra maravillosa riqueza ambiental, cómo están las cuadrillas forestales, como prevenimos los incendios con medios, recursos, personal y trabajando en invierno.

El Aragón real es cómo les decimos a las sanguijuelas de las hidroeléctricas que sacan aquí su riqueza desde hace tantos años, cuánta riqueza dejan en el territorio, en sus pobladores, que responsabilidad social y empresarial tienen con Aragon.

El Aragón real también es el estado de la pluralidad informativa, la igualdad de oportunidades, quién realmente controla las redes sociales, los medios, ...

El Aragón real es como están las carreteras que solo son competencia nuestra, la movilidad y el transporte entre tantísimo núcleo disperso y envejecido, donde muchos no pueden ya conducir y no hay quien les  puede llevar, pero si tienen necesidad de   de ir al médico, tienen que comprar, realizar gestiones diversas ...

El Aragón real es cuántos recursos economicos destinamos a los pueblos que se nos mueren más allá del blablabla porque ahora está de moda.  Que salidas tienen nuestros jóvenes para ganarse el corrusco aquí o cuando menos tener opción a ello.  Porque los índices de pobreza aumentan en los hogares aragoneses.  Cómo se reequilibra realmente entre Zaragoza y el resto.  Cómo se descentraliza la Administración, si son necesarias tantas estructuras, para que, cuanto nos cuestan, realmente favorecen, agilizan y acercan la Administración al ciudadano de a pie...

No pinto un escenario ni idílico ni catastrófico, menos en un mundo tan cambiante y efímero por tantas dependencias, intereses y tan denostado en valores. Pero tampoco comulgo con lo de la estabilidad institucional como gran panacea de todos nuestros males.

¿Estabilidad, para qué?
¿Para quién?

¿Qué hacen quiénes comparten gobierno aun etiquetandose como muy distintos,  para que algo cambie y esta tierra de verdad progrese?

Y la oposición,  más allá de dar caña a todo lo que se menea o seguir a pie juntillas lo que mandan desde las sedes centrales de los partidos, ¿qué propuestas serias formulan?

¿Aquí quién realmente manda y quién gobierna?

¿Hay un proyecto propio de territorio para Aragón o simplemente se trata de mantenerse o aspirar al sillón, hacer ruido y distraer al personal para que todo quede más o menos como está  y poco más?

Creo que esta tierra nuestra a la que tanto quiero, tiene grandes posibilidades,  aun dentro de la realidad y el peso que tenemos.

Pero para desarrollar estas posibilidades, el diagnóstico debe ser certero y debemos entrar en el Aragón real y no en el que nos cuentan.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante