El asesinato de Alexséi Navalny por parte del dictador oligarca-comunista Putin (discípulo aventajado en la práctica del terror de Stalin, Dzerzhinski, Yagoda, Yezhov y Lavrenti Beria) es un crimen que muestra la verdadera naturaleza demoníaca de ese ex funcionario del KGB obsesionado con acabar con las democracias europeas.
Si se demostrara que ayudó a los separatistas catalanes, estos últimos también añadirían un baldón más a su archidemostrada indignidad.
Alekséi Navalny ha sido un valiente que ha desafiado al TERROR, sufriendo injustos y terribles encarcelamientos, envenenamientos y todo tipo de tropelías hasta morir en la infinita soledad de la gélida colonia penitenciaria de Yamalia-Nemetsia de la Siberia polar.
Su sacrificio, su joven sangre derramada en el altar más doloroso de la eternamente desgraciada Rusia, debe ser la savia que vivifique nuestra existencia y nos despierte de una vez (sobre todo a los que no han roto el cordón umbilical con el gansterismo comunista) de aquella falsa ensoñación de la juventud que nos hizo creer que en aquellos lares se estaba construyendo una sociedad más justa.
¡Todo falso, todo mentira, todo corrupción, ineficacia económica y crimen! ¡El comunismo no fue otra cosa que una inmisericorde máquina picadora de carne! ¡Y lo seguirá siendo en esta nueva versión hibridada con la oligarquía corrupta putinesca!
El gran pensador búlgaro Zvetan Todorov, que a diferencia de los comunistas de salón de la rica y pujante Francia (Sartre, George Marchais, Louis Aragon, André Bretón, etcétera) había conocido en sus propias carnes la verdadera faz del comunismo en su país, lo definió como LA LEPRA DEL ALMA.
Alekséi Navalny ha sido una víctima más de esa "lepra del alma" que ahora dispensa el dictador Putin. Las personas que creen en la democracia, la libertad y los derechos humanos están de luto. Y no olvidarán nunca a Navalny, que se ha inmolado para despertar las conciencias del sufriente pueblo ruso abatido por la indignidad y el cruel despotismo del dictador. Descanse en paz Alekséi Navalny.