Bonita propuesta la recuperación del chapitel de la Catedral

08 de Enero de 2024

Cuando una idea es  buena, es buena proceda de quien proceda. Reponer el chapitel de la Catedral es algo que debió hacerse cuando se podía hacer. Ahora no es ni puede ser un objetivo prioritario. El arquitecto Pons Sorolla hizo seis propuestas diferentes, todas aceptables. Tenía poderío para seguir consiguiendo los recursos. La Catedral de Huesca es de las primeras en las que se intervino después de la Guerra. Percepciones antojadizas  locales lo impidieron porque no era ni el chapitel precipitadamente derruido ni las propuestas del arquitecto eran la original. El chapitel lo era en buen parte. El remate que actualmente tiene la desmochada torre tampoco es la original, y ahí está. La buena idea no es objetivo prioritario.

Más riesgo tiene, y parece que inminente, la recuperación del órgano de la Catedral. Era un excelente instrumento que sonaba para convertir la experiencia de audición en un deleite. Hay un sustancioso legado de una señora que justamente reprocharía el que todavía no se haya aplicado, pero este órgano fue hecho para donde siempre estuvo y desde donde acertadamente sonaba. También por veleidades antojadizas fue relegado a donde está, con el agravante de haber dilapidado la trompetería horizontal que tenía una sorprendente resonancia en la nave lateral. Una acertada gestión de la Catedral implica no perder definitivamente esta oportunidad al reajustarlo donde está y perder otros recursos que llegarían. Para ello, es imprescindible recabar el resto de los fondos para volverlo a su lugar.

Prioridades las hay, y su dejación ha devenido en desidia. El Entorno de la Catedral está en deterioro acelerado. Hace más de veinte años, por accidente provocado, no pudimos continuar con el salvamento de este enclave. El alcalde Fernando Elboj ofreció al obispo Sanz Montes continuar con las Escuelas taller en el Entorno, como probada  solución. El obispo ni contestó. Fui testigo presencial. Está en elaboración el Plan Director de la Catedral. Este no implica que va a haber recursos. Ni está claro que  los redactores hayan tenido la debida aceptación. El riesgo de repetir los resultados del Tanto Monta son una constatación reciente. Este salón es un vistoso fake, pero es un fake. Los responsables del Salón no estuvieron a la altura de su responsabilidad. El IPCE, gestionador de la intervención, tampoco, dilapidando costes innecesarios.

Huesca, en este entorno, tiene posibilidades insospechadas. Siempre me ha molestado que sea objetivo prioritario la atracción de turistas para “crear riqueza”, pero es objetivo ineludible. La razón prioritaria debe ser dar consistencia al colectivo de la ciudad para percibir y personalizarse con lo que le es peculiar y único. Esto es más necesario  en una atmósfera generaliza en que se pretende diluir identidades para manejar mejor a los colectivos. El problema inocultable es que el Patrimonio religioso es propiedad de la institución eclesiástica, cuando ésta carece de ideas, de empuje  y de recursos para  cuidar lo que, aunque de otra manera, se siente como algo de todos, creyentes y no creyentes. Ni insinuado queda que tal propiedad debe alterarse, pero sí  afirmado categóricamente que debe gestionarse de otra forma. Es problema de toda la Iglesia española, sobre todo de las diócesis pequeñas. La solución, como he repetido, puede ser crear algo semejante a Cáritas que gestiona reconocidamente bien los recursos de creyentes y no creyentes haciendo efectiva la solidaridad. Sería otro desatino traspasar este Patrimonio a la Administración civil, como ya fue con casi todo lo que se desamortizó. Hay que buscar otra solución en previsión de lo que puede estar más cerca de lo que parece.

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