La iniciativa de la Asociación Osce Viella, del centro histórico, ha sido una feliz idea al reproducir el capitel romano hallado en las obras de la plazuela de la calle Peligros, no hace mucho, cerca de la capilla del colegio de Santa Rosa, que por lo que dicen los expertos formaba parte de una columna del posible teatro romano de la antigua Osca. Teatro que hasta hace poco no se ubicaba con cierta seguridad en la ciudad.
Desde las fiestas de San Pedro, donde la participación de la Asociación vecinal es clave, ha destacado su propia perseverancia por sacar adelante esta iniciativa. El capitel original está en el Museo de Huesca. La copia, en la calle y muy cerca del lugar del hallazgo. Su presencia es un ornato y un detalle más de la ciudad. El mérito es precisamente el carácter social de la reproducción, convirtiendo en realidad una propuesta vecinal.
Cuando escribo, hasta ahora, ha estado tapada con un plástico negro, casi un par de meses, en espera de que con los idus de septiembre se pudiera desembalar todo el envoltorio y poder ver el artístico e histórico pedrusco, que tanto puede sugerir al vecino y al caminante del casco viejo. Quitarán el velo negro e inaugurarán el capitel para sugerir con un hito más, que esta ciudad, anterior a la llegada de los romanos, debería hacer un serio esfuerzo por mostrar y reivindicar su propia historia.
Es una oportunidad para pensar (¿Qué será eso de pensar?) en lo que la ciudad fue y puede ser. Y esto es cosa tanto de sus instituciones, como de sus responsables y sus medios de opinión en general, para acrecentar, mejorar, conservar y divulgar la presencia de la Roma antigua en esta población. Digo pensar como antesala de hacer y de actuar. Como decía Julio Iglesias, “lo saben”. No hay que decir (les) nada, “ya lo saben”, hay asignaturas pendientes, y es cosa de su voluntad. Dicen de Osca, de Sertorio y de la corte celestial, pero hay un museo extraordinario en la ciudad que reclama más apoyo y muy posiblemente más espacio, y hay vestigios y presencias que abundan que no están debidamente expuestos al público, al respetable, para los taurinos.
Lo cierto es que el empuje ciudadano es muy importante, como lo es la interlocución con las instituciones. Esta Asociación Osce Viella ha reproducido hace pocas fechas, el expediente de declaración del casco antiguo como Conjunto Histórico Artístico, y eso es una aportación notable para la constancia del valor de la ciudad, para testimonio de lo que cuestan las cosas, que nunca vienen solas, ni caen del cielo y para que las nuevas generaciones tengan conocimiento y memoria, y asuman la necesidad de defender el legado histórico y artístico de la bimilenaria ciudad, el lugar de la Isuela.
No abunda el ornato público en la ciudad, ni se hace mucho -o nada- por ello, que es una forma de singularizar sus calles, de darle más identidad urbana y de premiar a sus habitantes y a sus visitantes, pero el capitel romano es una aportación singular, desde la sencillez de la propuesta, sumamente meritoria de la Asociación que ha demostrado su empuje y su paciencia, con el mayor interés y de forma ejemplar.