Abandoné la política hace ya unos años y yo no quería entrar, de ninguna manera, en esta polémica. A pesar de que me han pedido opinión algún medio de comunicación sobre su degollina, siempre me he mantenido al margen. Pero citarme expresamente, con nombre y apellidos, como culpable de no tramitar el Catálogo de Árboles y Arboledas singulares y, de paso, acusarme de la no protección de los árboles que usted solita ha talado, es de una torpeza pueril. Si estos son los argumentos que esgrime para justificar la masacre acontecida, créame, que son bastante ridículos. Al final, los culpables siempre son los mismos: los rojos comunistas y los bolivarianos porque, evidentemente, no le puede echar la culpa ni a Pedro Sánchez ni a Venezuela ni a la kale borroca. Es lo que tiene repetir consignas nacionales cual cinta rayada. Puede Ud. retrotraerse años y años atrás, incluso llegar hasta los Picapiedra, pero la única culpable de semejante catástrofe es Vd. y la recordaremos por su nefasta gestión. Su actuación será estudiada como ejemplo de lo que no hay que hacer porque, verdaderamente, fue un absoluto desastre y un desatino.
La actual ordenanza municipal de áreas verdes y arbolado obliga a hacer ese Catálogo ¡desde 2003!. Nada se dice allí respecto a la aprobación por el Pleno, por lo que el responsable de aprobarlo puede ser el Alcalde o Alcaldesa por decreto (ya está tardando). Sus asesores han olvidado mencionar que, en 2012, el Pleno del Ayuntamiento aprobó, durante el mandato de su partido, elaborar un catálogo, en el plazo de un año. El mandato del PP acabó en mayo de 2015. ¿No cree que era su obligación haberlo aprobado?. Fue esta concejala la que, en 2016, retomó el tema. Este primer Catálogo fue propuesto por el Comité de Catalogación de Árboles de Interés Local y estaba compuesto por expertos. El departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento seleccionó más de 60 posibles árboles susceptibles de ser catalogados. El Comité propuso la catalogación de 15 e incluía ya los plataneros de la Avenida Martínez de Velasco. No era una lista cerrada por lo que esa primera propuesta podía y debía ser ampliada. Respecto a esos 15 árboles, fueron publicitados en la página web del ayuntamiento con sus fichas técnicas y esta información era de dominio público. En 2017, se empezó a señalar con placas algunos árboles de ese Catálogo, por ejemplo, el fresno de la Avda. Dr. Artero. En 2018, el Sr. Luis Felipe, alcalde entonces, cesó a los concejales de Cambiar Huesca y allí terminó todo lo que incumbe a mi trabajo y al del partido que representaba. Durante todo el tiempo que ejercí mis funciones, absolutamente nadie de su partido se interesó por el catálogo. Explicar todo esto sonroja porque hace casi diez años de todo aquello.
Pero, dígame, por favor, ¿qué ha hecho su partido durante todos estos años? Ud. está rodeada de concejales que casi han echado raíces en el ayuntamiento, con una larga experiencia. Podrían haberle informado al respecto. Está visto que hay concejalías que son absolutamente necesarias pero concejales y asesores de los que bien podríamos prescindir.
Que fuera o no aprobado posteriormente en Pleno, por el Alcalde, o por el sursuncorda no añade ni quita nada a la cuestión que nos afecta ya que, si hubiera existido voluntad política, el respeto hubiera guiado su actuación.
En el año 2022, tirando de hemeroteca, el Catálogo se volvió a revisar y tampoco se registró ninguna intervención de su partido al respecto.Y, ya, en esta legislatura, han tenido Uds. dos largos años para que, si tan importante era ese trámite, haber regularizado el proceso. Sin embargo, a Vd. le bastó un par de días para liquidar todos los árboles, manu militari.
Cuando se talaron los cedros de Ramón y Cajal, pedí, aparte del informe técnico del ayuntamiento, dos informes más, externos, que coincidieron prácticamente en lo mismo: que era necesario talar varios ejemplares si se urbanizaba el espacio. Le recuerdo que, cuando se talaba un árbol, como criterio general, se pedía un informe técnico que pasaba por la Comisión de Medio Ambiente y, después, se llevaba al Consejo Sectorial de Medio Ambiente, órgano de participación ciudadana, para su aprobación. Posteriormente, en el caso de la Calle Ramón y Cajal, hicimos una asamblea abierta con la Asociación de Vecinos del barrio de Santo Domingo y San Martín para que conocieran los informes y el proyecto urbanístico de primera mano.
Siempre que talábamos árboles poníamos carteles para explicar a la ciudadanía por qué se tomaba esa decisión y cuántos íbamos a plantar. Sufrí muchas críticas pero siempre di la cara y nunca mentí. Esos fueron los principios que me guiaron en mi actividad política.
Por cierto, ¿cuántos Consejos Sectoriales de Medio Ambiente ha convocado Vd. durante estos dos largos años? Se lo digo yo: el último hace más de ocho meses. Yo lo hacía cada dos meses para dar cuenta de mi actividad política. Sabe ¿por qué? Porque yo sí que creo en la participación ciudadana. Todas las políticas no son iguales.
¿Y esa comisión/comité que iban a constituir para abordar los árboles singulares y en la que hay un representante de la Federación de Barrios Osca XXI, nombrado hace dos años, y al que no se le ha convocado nunca? . ¡Hay que tener cuajo!
Lo que ocurre es que Vd. se entretiene con fotos por aquí, sonrisas por allá, inauguraciones con casco, coches de 40.000 euros y demás actuaciones, y no se preocupa en analizar el contenido de sus planes y proyectos heredados. Vacuo postureo.
Eso sí, mire Ud., ha conseguido algo que en esta ciudad, en exceso conformista, es una singular proeza: poner en pie de guerra a un considerable número de personas en una manifestación que dejó a la ciudadanía verdaderamente conmocionada. Es tan desolador el paisaje arrasado que ha quedado impreso en la retina de las y los oscenses y perdurará durante muchos años. Y, sobre todo, es desolador ver cómo se ha comportado Vd. en el desarrollo de los hechos, la falta de sensibilidad, de respeto a la ciudadanía y a la participación, las mentiras flagrantes, la no asunción de responsabilidades, las ruedas de prensa in extremis para lavar su imagen, tanto, tanto, que da miedo dejar en sus manos cualquier asunto público.
Nada más. Verbalizo algo que nunca pensé que diría, por estar en las antípodas de mi ideología: “Querida Ana Alós, se te extraña mucho”