Solamente Lucifer puede tener pensamientos diabólicos. Como es él, un bicho aterrador, que solo piensa en matar a los buenos, a los que son inocentes, da igual, ancianos y niños, y todo el que se le ponga por delante.
El presidente francés Emmmanuel Macron aboga por incluir el aborto, en la carta de derechos fundamentales de la Unión Europea. Este tema siempre está en el pensamiento de los homicidas, pero ahora llevaba tiempo un poco acallado; pero claro, hay que seguir cogiendo carrerilla quitando del medio a los que no tienen voz para hablar. El mal sigue al mal.
Dicen que el ejemplo arrastra, ¿pero a que llamamos un ejemplo? Un ejemplo es cuando aprendes a hacer el bien que has visto en otra persona o en otro país. Da igual que uno esté, o se llame presidente de un país, que el violador o el narcotraficante que anda por las calles. Como el pobre anciano, al que sospecha su familia de que lo hubieran secuestrado y asesinado, porque le tocara un millón de euros en la lotería.
¿Podemos seguir viviendo así, con esa ponzoña? ¿Por qué alardean los mismos de la tele cuando toca la lotería a alguien? Hay que callarse, mira ahora qué plan. Y siguiendo con este tema que todo es lo mismo, matar. Dice Macron que, cuando el derecho al aborto sea universal, recordaremos que todo empezó el día ocho de marzo de dos mil veinticuatro, cuando Francia se hizo grande. (Concluye este ser, entre aplausos)... Digo yo, sin palabras...