Manolo, un hombre bueno

Fernando Martín y Pepe López
11 de Octubre de 2022
Guardar

Manuel Malo ha sido durante los últimos 20 años el párroco de San Lorenzo y durante los últimos 15 años hemos podido compartir con él muchos momentos de nuestra vida. Aunque sea raro que dos jóvenes de 24 años digan que muchas tardes de nuestra vida las hemos pasado en una parroquia, nosotros podemos decirlo y de forma orgullosa. La parroquia ha sido siempre una segunda casa en la que, sin ninguna duda nos hemos sentido siempre acogidos y eso, en gran parte, ha sido gracias a Manuel Malo.

Cuando nos enteramos la semana pasada de la noticia de que Don Manuel ya no iba a continuar siendo el párroco de San Lorenzo, lo primero que sentimos fue tristeza, porque para nosotros no se entiende la parroquia sin él, de él hemos aprendido lo que significa una parroquia y lo que significa un párroco. Él ha valorado a la juventud como nunca imaginamos que se pudiera hacer. Hemos sido monaguillos, monitores del club de tiempo libre de la parroquia, catequistas, cofrades. Hemos participado de un gran número de los grupos de la parroquia y todo porque él conseguía atraer a los jóvenes de forma cercana y fiel como Jesús. Por ser como una familia, por sus enseñanzas y consejos en momentos complicados. Por las alegrías, por las fiestas y celebraciones especiales y no tan especiales. Estamos tristes porque se vaya Don Manuel.

Pero es solo una tristeza mezclada con alegría, recordamos felices todas esas anécdotas, los momentos, las risas, las misas... Nos sonreímos al pensar en todo lo que nuestro párroco ha hecho por la juventud y por nosotros durante tantos años. Estamos felices de que haya conseguido llegar hasta aquí con su determinación y profunda vocación.

Aunque vamos a echarle mucho de menos, estamos muy contentos porque ya va a poder descansar después de más de 60 años de servicio a la diócesis de Huesca y a la ciudad. Siempre tendrá siempre nuestra infinita gratitud y admiración como sacerdote, pero, sobre todo como persona.

Manolo, aunque estos monaguillos se han hecho mayores, (y no hemos sido sacerdotes como le hubiera gustado a usted), puede tener por seguro que siempre le vamos a querer.

También queremos aprovechar estas líneas para dar la bienvenida al nuevo párroco y para desearle que sus años en la parroquia sean muy fructíferos para acercar de nuevo a Jesús a tantos jóvenes que se han distanciado de Él.

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante