Estamos en puertas de la aprobación definitiva de la normativa del bienestar animal.
Los agricultores y ganaderos estamos hartos de normativas, decretos, imposiciones, controles y gansadas de políticos, funcionarios y ecologistas.
Si no entendemos que los animales son animales y las personas son personas, con alma, corazón y sentimientos, la sociedad actual será una sociedad animalizada.
Los hombres y mujeres del campo nos estamos esforzando para conseguir alimentos de calidad y a precios que carecen de rentabilidad.
Pero los globos sonda actuales nos anuncian que unos funcionarios iluminados y con el consentimiento vanidoso de los eurodiputados, quieren arreglar el mundo agrario y ganadero a base de reducir la ratio de animales por metro cuadrado.
Si en la actualidad en un metro cuadrado producimos 16 pollos, en el futuro con la nueva ratio, produciremos 6 pollos por metro cuadrado. Si en la actualidad, en 0,76 producimos un cerdo, en el futuro sólo produciremos en la misma superficie, medio cerdo. Lo mismo para los pavos, los conejos y todas las especies de ganadería intensiva.
Toda esta historia, que parece una broma, nos traerá hambre y pobreza. ¡Pero a un eurodiputado que gana 10.000 euros al mes cómo le hablamos de pobreza y de hambre, si no conoce estos sentimientos tan dolorosos!
Mucho cuidado con las normativas, decretos, imposiciones y controles absurdos. Porque el que produce querrá vivir de la misma forma que cuando producía tres veces más. Y el pagano será el mismo de siempre, el último de la fila, que dicho sea de paso, puede ser el votante potencial de verdes, ecologistas y toda la patulea que se empeña en empobrecer a España y a todos los españoles.
Producción es igual a riqueza.
Producción es igual a estabilidad.
Y producción es igual a justicia, porque todo el mundo puede comer.
Lo contrario es miseria para todos.