La puerta de La Tabla Nueva La puerta de La Tabla Nueva es muy difícil y dura de cerrar, es una puerta que lleva abierta hace casi 150 años y pesa demasiado; pesa el esfuerzo y el entusiasmo derrochado hasta que nos entregaron sus llaves, pesa el esfuerzo, la exigencia, la implicación que María Jesús se autoimpuso desde el primer día que traspasó esa puerta, asustada de ver el listón tan alto que le dejaban, sin sospechar que lo iba a elevar hasta el infinito.
Pesa el cariño recibido por sus clientes; su exigencia nos ha hecho fuertes, su comprensión nos ha reconfortado, su fidelidad nos ha estimulado, también por eso pesa tanto. La única manera por mi parte de cerrar esta puerta tan pesada es dando públicamente las gracias a María Jesús por haber cuidado tan bien de la llave de esta puerta, llave que de tanto cuidarla se nos ha roto entre las manos.
Gracias María Jesús.