Los españoles tienen que seguir pagando la factura, que según nos pronostican, los próximos años se incrementará algo más.
Los contribuyentes a corto y medio plazo, están sujetos a cumplir con los siguientes impuestos. Si trabajas, impuesto sobre la renta; si ahorras, impuesto sobre el patrimonio; si consumes, impuesto sobre el valor añadido (IVA); si inviertes, impuesto de transmisiones patrimoniales; si lo regalas, impuesto de donaciones; y si te mueres, impuesto de sucesiones.
Impuestos y más impuestos que arruinan a la España que madruga y trabaja, para que con su esfuerzo mantengan el disparate económico, el derroche político y el escándalo de las prevendas.
Es inaceptable que haya hijos que tengan que renunciar a la herencia que les dejan sus antepasados que tanto les costó generarla, porque no pueden hacer frente a la factura fiscal que el sistema corrupto les impone.
Los impuestos que subieron Montoro y Rajoy seguirán subiendo con tripartitos y cuatripartitos. “Para alimentar a la tropa hace falta muchos panes y muchos peces”.
Este sistema puede tener sentido si conseguimos obtener un equilibrio financiero. Pero en esta guerra financiera cada día mueren en el campo de batalla cientos de autónomos y pequeñas y no tan pequeñas empresas. Por el contrario, está creciendo desmesuradamente las corrientes que consumen riqueza.
Con esta realidad, hoy más que nunca hemos de tener fe en la parábola de los panes y los peces, Jesucristo dio de comer a 5.000 y todos quedaron saciados. Lo que ocurre, es que en nuestro tiempo han cambiado a Jesucristo por los impuestos.