Urgencias de Barbastro

M.A.C.
01 de Marzo de 2023
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En referencia a la carta al director publicada la semana pasada sobre las Urgencias de Huesca, como ex-trabajador en Urgencias del Hospital de Barbastro, me gustaría dar mi opinión.

En relación a lo expuesto en la carta, en cuanto a las ambulancias, tanto los conductores como los auxiliares de ambulancia que los acompañan, deben estar formados y capacitados para el traslado de todo tipo de pacientes.  Lo que yo puedo decir es que las ambulancias que llegan con pacientes al Hospital de Barbastro suelen estar equipadas con collarines, férulas y otros materiales necesarios para inmovilizar a pacientes que presenten una fractura, en el caso de una cadera rota, ésta debería estabilizarse para evitar que en el traslado se produzca una torsión de la pierna que agrave dicha fractura.

Los conductores de ambulancia y sus auxiliares son los primeros que entran en contacto con los pacientes, de manera que son quienes inicialmente tienen que proporcionarles los cuidados adecuados.  Sólo puedo decir que todos los conductores de ambulancia del hospital de Barbastro que llegué a conocer hacían su trabajo a la perfección.

Sobre el punto de la recepción en urgencias, no está permitido que los acompañantes entren al box con el paciente, salvo algunas excepciones, como que el paciente sea un niño o sea muy mayor y tenga una discapacidad o una demencia senil que lo pueda desorientar. En todo caso eso depende de las personas que están en el control de urgencias, ellos son quienes deciden si el acompañante puede entrar con el paciente.

En urgencias los primeros que acuden a recibir al paciente que llega en ambulancia son los celadores, son quienes se ocupan de su traslado en el hospital, y junto a ellos una auxiliar y una enfermera, que es quien valora al paciente y decide donde ingresarlo. Si la enfermera dice que el paciente se traslada en cama al box, que es cuando los pacientes van a quedar ingresados, el celador ya sabe que debe traer una cama de trauma cuando se trata de una cadera rota. En las urgencias siempre debe de haber, mínimo, una cama de trauma. En el raro supuesto que el celador lleve una cama normal, será la auxiliar o  la enfermera quien le pida llevar una cama de trauma.

Una vez en el box, de inmediato una enfermera toma las constantes del paciente y lo estabiliza, acto seguido es el doctor o doctora quien acude al box para explorar al paciente y determinar las pruebas que han de hacerle para tener un diagnóstico. Si se intuye que es una fractura de cadera, lo primero que piden los doctores es una placa de rayos para confirmarlo. Se emite la petición por escrito y se le da al celador, éste a su vez y previo aviso, procede a llevar al paciente a la sala de rayos.   Este procedimiento    puede suponer una tardanza de unos 15 minutos.

Una vez que el doctor o doctora dispone en su ordenador del resultado de la placa y ve que en efecto se trata de una fractura de cadera, la enfermera, con ayuda de una auxiliar o un celador, se encarga de realizar la tracción de la pierna del paciente. Aquí la importancia de una cama de trauma. Para una correcta posición de la pierna, tensada e inmovilizada, se procede a suspenderla pasando los cordeles sobre una polea, de la que a su vez se cuelga un contrapeso de entre dos y tres kilos, según el peso del paciente, sujetado con el cordel que pasa por la polea.  En este proceso, se coloca debajo de la pierna una férula de Braun, que sirve para mantener una correcta posición de la pierna y un mayor confort  para el paciente, procurando causarle el menor dolor posible en el procedimiento.

Sobre los doctores de urgencias, suelen trabajar en coordinación con las enfermeras, siendo ellos los responsables de las decisiones que finalmente se tomen, primero el paciente es explorado por un doctor de urgencias, que tras un examen físico podrá identificar el tipo de lesión o fractura del paciente, que será corroborado por una placa de rayos.  Después de obtener un diagnóstico, es el traumatólogo quien determina el tipo de fractura y la actuación a seguir con el paciente, si requiere ser operado quedará en el hospital, pasando primero a la sala de observación hasta que le pueda ser asignada una cama en la planta de trauma.  Lo habitual después, es que pueda ser operado dentro de las 48 horas siguientes.

Normalmente, todo el proceso desde que el paciente llega a urgencias hasta que es derivado a la sala de observación en espera de ir a planta puede tardar entre una y dos horas.  En general, el funcionamiento de urgencias es correcto en tiempo y asistencia, disponiendo de siete boxes generales, más uno de trauma, otro de curas y otro doble para críticos, llegando a estar todos ocupados de manera frecuente, incluso a veces teniendo que ser doblados por la alta afluencia de pacientes que suelen acudir a diario.

Teniendo en cuenta que el sector sanitario de Huesca comprende una población de unas 57.000 personas y el de Barbastro más de 110.000, sumándole a esto  la población flotante vacacional que en verano llega al Pirineo, y dado que las Urgencias del Hospital de Barbastro atiende pues a una población de el doble que corresponde al sector sanitario de Huesca, se puede decir que con una plantilla igual a la del Hospital San Jorge, la atención y calidad sanitaria el Hospital de Barbastro entra en los parámetros correctos, sacando el trabajo de forma fluida dentro de los protocolos adecuados. 

En general, aunque el servicio pueda ser mejorable, puedo decir que el funcionamiento de las Urgencias del Hospital de Barbastro es bastante bueno y dinámico, valorando todos los factores y medios de los que dispone.  El secreto para conseguirlo es sencillo: actitud, trabajo y coordinación entre todo el equipo de urgencias, aportando esfuerzo y reduciendo al mínimo el tiempo de descanso.

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