El 3,5 %, medio punto más de obscenidad

03 de Octubre de 2022
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Cuando a Miguel Induráin le preguntaban por su intachable conducta, siempre respondía que los deportistas con visibilidad habían de ser ejemplares porque sobre ellos depositaban sus miradas generaciones de jóvenes.También Rafa Nadal contesta en sentido similar. Hace más de 19 siglos, el poeta Juvenal, satírico pero instructivo, espetaba que  ni una palabra ni una mirada obscena manchen la casa en donde haya un niño.

Tenemos la fortuna, dentro de la fatalidad que representa, de que apenas miramos ya hacia las instituciones. Tal es su descrédito. Cada vez que hablan de porcentajes es para echarse a temblar. Recuerden el famoso 3 % con el que Maragall atizó la conciencia sobre las tropelías del aparato de Convergencia i Unió. Estamos inmunizados. Sorteamos los indicadores de los precios, del gas, de la electricidad, de los fondos europeos con la misma actitud de quien silba ante la irrelevancia de cuanto acontece ante sus ojos. Pero la determinación del Congreso de los Diputados para subir el sueldo de sus señorías un 3,5 % raya el insulto y sobrepasa los límites de las obscenidades tolerable. En mi anterior empresa, se acerca la década de inflación cero de los sueldos, so pretexto de la insostenibilidad de los gastos por los exiguos ingresos. Así sucede en muchas compañías. Pero las administraciones han decidido, en estos tiempos de "vacas gordas" (ironía modo on) poner el 3,5 como moda. 3,5 % para los funcionarios y, para no ser menos, 3,5 para los diputados (todo hay que decirlo, con la negativa de PP, Cs y Vox).

De esta manera, tenemos garantizado que los pobrecitos parlamentarios no van a sufrir pobreza energética, no se van a quedar sin huevos y patatas y no se van a ver afectados por el desabastecimiento de papel higiénico. Ellas, ellos y elles... con lo que hacen cagar. Ya me quedo más tranquilo.

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