La afición a vetar a lo excéntrico

27 de Abril de 2023
Guardar

Muy prontito (no quiero provocar castañeo de dientes) podrá leer, querido amigo, mi libro. Está cerquita, cerquita. Y constatará, a través del relato, algunas conclusiones que podemos extraer de esta maravillosa tierra y de algunos agentes internos que no lo son tanto (estoy siendo muy generoso con esta tibieza, en la obra escrita no lo soy con algunos). Uno de los defectos que se ha instalado en las instancias centrípetas (las que se mueven hacia el centro del poder, atraídas por su pecunio reservado para los acólitos) es el del veto. A lo excéntrico, a lo que se sale del redil oficial.

El veto es una exhibición de debilidad. De inseguridad. De mediocridad. Se veta a quien se teme, se censura a quien demuestra criterio. A algunos, los seguros, los argumentos les parecen una bendición. A los del pensamiento único, una riada que nubla y ahoga los privilegios. Aquellos, los reciben con alborozo. Éstos procuran un desvío del cauce para que no les rocen siquiera y, sobre todo, que no les afecten a otros caudales, los públicos de los que se benefician.

Quienes vetan son miopes. No escuchan los boleros, "sentir que es un soplo la vida". Se atribuyen un poder que no emana de la autoridad y, por tanto, como predica la física de la sostenibilidad, llegará un momento en que se caiga. Aunque se adjudiquen la inmortalidad de su etéreo trono. Aunque se agrupen en una defensa numantina con sus congéneres censores, atribulados ante la más mínima personalidad del ejercicio del libre albedrío, acabarán cayendo. Puede ser antes o puede ser después, pero los bien intencionados pueden relativizar sus zozobras sabiendo que algún día lucirá el sol. Y será porque los proscriptores han caído de los estratocúmulos y las nubes de la falsedad habrán desaparecido.

Algunos de mis amigos de Plataforma pierden a bocados la inocencia de los biempensantes. Y se avienen a los predios de los vetados. Todo pasa, incluso el disgusto por sentirse excluido. Bienvenidos. Benvinguts. Ongi Etorri.

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante