Día 15, primeros balances. Los segundos serán mañana, algunos por prolongación del equipo de gobierno, otros por réplica de la oposición. El argumentario es perfectamente previsible, siempre lo es. Y, sin embargo, lo que más ayuda al rigor en la lectura de las fiestas es la contextualización histórica. De una de las pocas cuestiones de las que puedo presumir es de haber escrito largo y profundo (más de cuatrocientas páginas a golpe de hemeroteca y documentación) sobre San Lorenzo, en concreto el libro "Compromiso con Huesca" promovido por la Peña La Parrilla.
Ese conocimiento me permite, por poner un ejemplo, dimensionar la figura de Emilio Miravé Polo y Mariano Ponz Piedrafita, para lo muy bueno, y para lo malo también de otros personajes que no voy a citar pero que no eran sino la expresión de una época y un régimen. Mi memoria histórica, anclada en el dato, en la fecha y en el análisis, por ejemplo, me ha facilitado recordar en nuestra revista de San Lorenzo que este 9 de agosto se cumplen 50 años desde que la mujer se incorporó de pleno derecho a las peñas. O que hace medio siglo se produjo el anterior cuádruple relevo en los Danzantes. También que, cuando los concejales de Fiestas eran los empresarios taurinos, venían las primeras figuras del escalafón, como ahora. Y que la popularidad de las actuaciones no la creó ningún edil en la democracia, que venía de serie. Otra cuestión es que entonces gustaran los Festivales de España con Narciso Yepes o la Compañía de Cecilio Valcárcel o el Orfeón de Huesca que se paladeaban con la misma delectación que ahora Ilegales (Lola Índigo es inaccesible para Huesca).
Haber leído (¡qué buena práctica, tan poco usada!) y escrito ayuda a prevenir pensando que el año próximo será el 60 aniversario del hermanamiento de Huesca con Tarbes, pero también se cumplirán los mismos años del Jardín de Verano (Los 5 Latinos y Los Mustang, ¡menuda programación el primer año!) e idénticos que el edificio de la Cámara de Comercio, que se inauguró el 9 de agosto. Por cierto, la firma del jumelage y el estreno del espacio musical fueron el 8 de agosto, y es que excepcionalmente se adelantó un día el cohete porque el 9 era en domingo y había que agasajar a los franceses, que en contrapartida alucinaron al personal patrio español con sus deslumbrantes "majorettes", como rezaban las crónicas de la época. Y quizás también convenga saber que el día 9 hubo una despampanante exhibición por el centenario de la llegada del tren a Aragón. Cientos de personas pararon en la línea Zaragoza-Canfranc ataviados de época.
Pensarás, querido lector, que me voy por los cerros de Úbeda. Pero es que me apetece enmarcar las fiestas de Huesca para proclamar fehacientemente que, igual que Manuel Fraga aseguraba que "la calle es mía", San Lorenzo es de la calle. Que ahí es donde se hace la fiesta y esa es la raíz de que todos los balances, salvo excepciones contadísimas, son positivos. Que cada edición es memorable, que cada año es soberbio, porque así lo consigue la cultura entendida como el conjunto de valores del que nos hemos dotado los oscenses. Ni una Lola Índigo (mal nos iría si dependiéramos de tamaño holograma), ni una sucesión de hipotéticas malas faenas (el nivel creo que ha sido aceptable), ni unos desaprensivos delincuentes o unas tormentas pueden vulnerar la consideración de que San Lorenzo 2023, como el de 2022 o el de 1964 o el de 2024, ha sido fabuloso. De Interés Turístico Nacional... o más.
Siento defraudar las expectativas de los partidos que, a lo largo de los años, han insistido en utilizar el constructo del "modelo festivo" porque no entienden que en este pusieron las bases Emilio Miravé, los pioneros de las peñas y los dirigentes que en los programas sucesivos han sabido entender que las actividades son un complemento que optimiza o limita el resultado, pero nunca lo condiciona hasta hacerlo fracasar. Y han de saber que se han inventado todas las fórmulas, en práctica de prueba-error, para intentar el disfrute de todos los ciudadanos, como la descentralización que ya buscó Luis Acín y posteriormente Pepe Escriche con réditos discretos tirando a nulos. Porque los barrios también queremos hacer nuestro el centro en estos días.
Así que, si me lo permiten, hago la primera proclama, cuando todavía restan la Ofrenda, la Despedida al Santo, la Traca y miles de abrazos, sobre el resultado de las fiestas de San Lorenzo 2023: Han sido fabulosas, porque la calle es de San Lorenzo y San Lorenzo es de la calle. Y, quien vaya a rebatirme, primero que lea. Yo le presto lectura. He dicho.