Canal Roya, 'la falsa monea'

29 de Abril de 2023
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"Cuando se marchaba
no intentó mirarla,
ni lanzó un quejío,
ni le dijo adiós.
Entornó la puerta
y pa no llamarla
se clavó las uñas
en el corazón".

En el sainete en torno a la unión de estaciones, ha concurrido buena parte del repertorio del maestro Juan Mostazo, que por cierto este año cumpliría 120 tacos. Pareció que Canal Roya iba a ser "La bien pagá" por Europa aunque los beneficiarios fueran otros, pero ha habido una respuesta sobrevenida e insospechada que dijo a los firmantes del convenio aquello de "échale guindas al pavo, que yo le echaré a la pava azúcar, canela y clavo".

Y, a la hora de la verdad, sucede como en las revistas del corazón. En el tiempo de la retirada, del no llores como tal lo que no supiste defender como cual, nadie asume la paternidad de la criatura. "Como la falsa moneda, que de mano en mano va, y ninguno se la queda".

Nadie suscribió el convenio para la unión, en la fotografía no había nadie (un agujero negro, que diría Eduardo Ros), nadie pensó en los Fondos Next Generation que incluso es probable que sean una ensoñación, nadie esgrimió que el territorio (por Dios, ¡qué cursilería de término, qué trampa!) tenía derecho a una oportunidad que iba a convertir esto en el Dubai en medio del desierto demográfico, nadie utilizó a los alcaldes y hasta los quiso enseñorear como representantes universales del cien por ciento de sus censos en una sinécdoque muy al uso en palacios...

Es más, me he despertado de la siesta y he llegado a preguntarme si no habrá sido un sueño urdido por las presiones de plataformeros de la montaña, equologistas, chunteros, fedmes, urbanitas, vecinos rurales revenidos y los escasísimos, tendentes a uno, medios de comunicación que han admitido tribunas y opiniones dispares, plurales.

Por eso me he conectado al móvil, abierto EL DIARIO DE HUESCA y buscado con las palabras Canal Roya. Y he visto a todos, e incluso entre líneas a los que ya traicionaban a los suyos (que es muy español y sobre todo muy aragonés, si no que se lo pregunten a Jaime el Conquistador) en escenas de sofá de un tipo con corbata con el presunto enemigo desarrapado sin que sus compañeros de viaje supieran nada. Más allá de consideraciones medioambientales, científicas, turísticas, económicas u oligárquicas, constato que Canal Roya es como "la falsa monea" esa gitana que de mano en mano va... y "ninguno se la quea". Y hasta puedo empezar a meditar sobre el paupérrimo nivel intelectual, pero sobre todo ético de quienes se comportan con tal deslealtad hacia su pueblo. Que es plural y libre. Lo que viene a llamarse ciudadanía.

En etapas pretéritas, los contendientes aun siendo de la misma familia se hubieran batido en duelo. En esta modernidad líquida, prefieren confiar su providencia a una amnesia colectiva. Y así llevan décadas y décadas. Algún día, quizás, se presente la memoria y sea la fiscal del juicio final... por el momento.

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