Dos huelgas que se vienen

Una huelga es un derecho constitucional que penaliza un fracaso; perfectamente, existe la posibilidad de que todos pierdan

15 de Enero de 2023
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Se nos vienen, esta medianoche, dos huelgas encima. Es cierto: ha habido unos años de una cierta paz social. Unos lo atribuyen al acierto de la atmósfera en la relación entre gobierno y agentes empresariales y sindicales. Otros, a la evidente proximidad ideológica entre las instituciones actuales y las centrales. De todo hay, como muestra el hecho de que son aquellos colectivos profesionales (sanidad sobre todo, pero también otros como bomberos o policías) más corporativos (en el mejor sentido de la independencia o el peor del corporativismo, a escoger) los que se han movilizado en los últimos tiempos.

Los dos paros tienen concomitancias. En la Limpieza de Edificios y en el Transporte Sanitario Urgente, ya alcanzan un lustro sin convenio colectivo. Cuando esto acaece, algo está fallando. Desde la propia condición estructural de la actividad hasta la incapacidad para abrazar logros quizás por rigidez de las posturas, quizás por empecinamiento, quizás por falta de empatía. En el primer caso, se aduce desde la patronal que no pueden repercutir en los precios a los clientes públicos y privados más costes de personal, con los fijos que ya soportan tras el fenómeno inflacionario que abruma a España. En el segundo, paradójicamente el adjudicatario del mayor contrato de la historia de Aragón, con 126,5 millones, sostiene que no puede admitir el acuerdo de 14 de febrero de 2022 entre la representación sindical y la concesionaria -Acciona- que tan sólo percibió en cuatro años 77 millones. Cuando menos, paradójico. Eso sí, hay que contemplar que las exigencias legales sobrevenidas demandan más personal por la imposibilidad de las horas extraordinarias. Pero, eso también, de algún modo habrá que estudiar alguna compensación a conductores y técnicos cuyos emolumentos, que de por sí no son nada elevados, se reducirán un 40 %.

Y, en medio, el ciudadano. Apenas notará el del transporte sanitario por unos altísimos servicios mínimos. Sus sindicatos, además, han querido concienciar al usuario con esa disminución de los servicios nocturnos en Jaca, Barbastro, Benabarre y Lafortunada, hablando de nuestra provincia. Esas demasiadas horas en las que no habrá ambulancias. En un territorio tan extenso como el nuestro, no sirven remiendos aunque sean bien intencionados. Cuando te da un jamacuco, no puedes esperar hora y media. No le puedes decir a la patata que se calme, o al cerebro que respire, que no se estrese. En el caso de la Limpieza, sólo con un gran seguimiento y por acumulación de días percibirá el oscense la falta del porcentaje que sea de los 4.000 empleados de este colectivo.

Una huelga es un derecho constitucional que penaliza un fracaso. Perfectamente, existe la posibilidad de que todos pierdan. Hablando se entiende la gente... que quiere entenderse. Al final, cuando es por la fuerza del debilitamiento de la situación, el perjuicio se extiende como mancha de aceite y la resolución es más compleja. El Papa Juan Pablo II sostenia que el diálogo facilita la solución de los conflictos... pero había de producirse sobre sólidos principios morales. Que se sienten y no se levanten hasta que haya fumata blanca.

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