La gracia en los cojones

La necedad, el alcohol y la maldad conformar un cóctel explosivo de consecuencias incalculables

10 de Agosto de 2022
Guardar

Ponte, amigo lector, en el cuerpo y la mente de esas jóvenes que ayer sintieron un pinchazo. Sugestionadas como están, sobre todo, las mujeres. El poder del telediario es inmenso. Pero es más acongojante la posibilidad de que tú, o tú, o tu hija, o tu nieta, o tu mujer, sientan un objeto punzante. E, inmediatamente, el vuelo del pensamiento les conduzca vertiginosamente a un terror insoslayable. El abuso, la violación, el exceso. Van al Hospital San Jorge y acreditan que, efectivamente, la presión ha existido. Están libres de una segunda agresión -haberla, la primera ya la ha habido-, pero tiemblan imaginando lo que podía haber sido y no fue por su pronta actuación, y por el inmediato auxilio policial.

A partir de entonces, se abre una dicotomía. Es posible que sea un presunto delincuente sexual el autor de la violencia machista. Y también es probable que no, que sea un bromista. Y entonces me salta aquella frase mítica de mi admirado Luis Gómez: "Tienes la gracia en los cojones". Ahí mismo, donde como mínimo la penitencia tendría que ser sufrir una punzada proporcional a la zozobra y la angustia provocada. Como decía este miércoles la delegada del Gobierno, no sabemos el fenómeno que hay tras los tres pinchazos en el día inaugural de San Lorenzo. Bueno, sí, uno. Un machismo imbécil, loco, despreciable. Pero las consecuencias son unas u otras dependiendo de que el acto haya buscado una prolongación en el mal o se haya quedado en una chanza entre tipos manifiestamente estúpidos.

Quizás incluso la propia literatura ha dulcificado los conceptos. Un tipo tan profundo como Erasmo de Rotterdam se atrevió a escribir, tirando de pragmatismo, que "una buena gran parte del arte del bien hablar consiste en saber mentir con gracia". Y yo, sin embargo, me quedo con la expresión de mi profesor Dallo (pedante pero culto) cuando, ante la hilaridad de todos, preguntó al bedel: ¿Cuál ha sido la causa o causas que han motivado el corte del fluido eléctrico? A lo que el gran Manolo contestó escuetamente: "Pues que se han jodido los plomos". Y, en medio de las carcajadas, Dallo sentenció con Cervantes: "Es necedad reir sin más". Y estoy convencido de que Manolo, al que Dios tenga ya en su gloria, hubiera replicado si hubieran expuesto el asunto que nos ha provocado los primeros quebraderos en la convivencia: "Los de los pinchazos tienen la gracia en los cojones". Pues eso. No se pregunten si malos o tontos. Tontos y malos.

P.D.: Los cómplices de los tontos y malos se contagian con los virus de la estulticia y la malignidad.

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante