Los intocables

08 de Mayo de 2023
Guardar

"En honor a la verdad, Aragón Televisión se ha hecho eco del aniversario del asesinato de Gimenez Abad con esta pieza de 3' y el homenaje que se le hizo ayer en las Cortes. La neutralidad y calidad de estos informativos está avalada por sus niveles de audiencia". Este era el tuit que Francisco Querol, director general de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión. Respondía así a la queja desde diversas instancias del Partido Popular por el tratamiento del homenaje a Manuel Giménez Abad, con la acusación directa a dos responsables del medio. Quizás, es probable y también opinable, las críticas habían sido desabridas. Quizás no. Pero conste que la última afirmación es absolutamente rebatible, porque los niveles de audiencia de las televisiones no necesariamente están relacionadas con la neutralidad, léase la TV3 catalana, léase la PTR rusa, léase la Telecinco de las mamachichos y de Jesús Gil y Gil y tal y tal, léase la Telemadrid de los peores tiempos, o tantas y tantas operadoras. La audiencia no guarda imprescindiblemente relación ni con la calidad ni con la neutralidad. Es más...

Es más. El director general de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión tiene vetado a este firmante (al que ya había 'espaciado' sus comparecencias para no molestar a los jefes de la tal cosa de las productoras televisivas monopolíticas) como represalia por la publicación en mi web particular, en los tiempos de mi limbo laboral (entre mi despido y esta bonita aventura de EL DIARIO DE HUESCA), en la radio y la televisión aragonesa, y tuvo un atisbo de levantamiento de la censura de mi voz cuando publiqué el litigio de Adriana Oliveros (por cierto, veinte meses ya sin respuestas a su contencioso) que ninguno de los medios del sistema se atrevió a poner sobre el tapete público. La causa primigenia fue la denuncia del levantamiento de su reposo de los huesos de Alfonso El Batallador del panteón real de San Pedro el Viejo para un programa de televisión de una de las productoras que trabajan para Aragón Televisión, un texto y un video en el que con Myriam nos preguntábamos por la legitimidad para alterar el reposo osario del monarca para un espectáculo televisivo, que es lo que finalmente fue. Ni ciencia, ni conciencia. Y ahí ni hubo calidad ni hubo neutralidad. Lo que hubo fue un veto. Así que menos lobos, señor Querol..

Es curioso. Esta profesión, que todo el mundo cree corporativista, sólo lo es entre los que están en la pomada y los que compadrean con el poder, que vienen a ser los mismos. A la airada contestación del señor Querol prosiguió la protesta de la Asociación de Periodistas de Aragón, la misma que pone sordina a los despidos indiscriminados en los medios informativos (una notita leve, sin elevar la voz ni molestar a los amos de los medios y a las instituciones que pagan sus juergas congresuales), confundiendo churras con merinas, actos electorales con un homenaje recurrente y anual a Manuel Giménez Abad cuyo recuerdo, nadie lo olvide, es memoria democrática. Porque lo asesinaron los criminales de ETA a los que hoy se les ponen apodos para olvidar la verdad incómoda, la que obstaculiza el camino equivocado de quienes creen que los atajos reconvertirán a los enemigos del Estado en buenos ciudadanos constitucionales. Es un imposible metafísico, una mentira irreconducible. 

Los periodistas tenemos la piel muy final y el ego muy grueso. Recuerdo a un consultor australiano en un congreso de WAN-IFRA que sostenía que nada había más gordo que el ego de un informador. Y tenía razón. En mi etapa anterior, acepté y publiqué las críticas de los lectores, que ostentan su punto de autoridad aunque no lo compartamos. Incluso soporté algunas maniobras orquestales en la oscuridad de intrigas palaciegas con exigencias de mi destitución a quienes falsariamente decían defenderme. Eso es pasado y me la trae al pairo. Pero sí denuncio y denunciaré, sea el partido que sea que legítimamente se lamenta de las actuaciones de los periodistas propios o los ajenos, que la libertad de expresión ha de ser consagrada para todos. Que es parte imprescindible de la democracia. Nos guste o no nos guste. Y que intocables sólo son los de Brian de Palma. Y Kevin Costner, en el papel de Eliot Ness, solo hay uno. exactamente igual que Manuel Giménez Abad sólo hubo uno y desgraciadamente lo perdimos. Y ahí no hay electoralismo que valga. Ni vanidades periodísticos.

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante