Miguel Escuer, todo lo que das...

21 de Noviembre de 2023
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Tiene la sana costumbre Cadis Huesca de tomar decisiones acertadas. En algunos casos, están impregnadas de ingenio, como las del Diversario erigido en sublimación de la diversidad a través del arte imperfecto, el más bello por efímero y por estimulante. En otros, el centro de decisiones se sitúa en el corazón. En el primero de todos, el de la concesión del primer premio de la Coordinadora con motivo del Día de la Discapacidad, con la complejidad que demanda una personalidad tan hermosa como es la de Noelia López Aso. Sí, por supuesto, hay más candidatos, de hecho algunos de mis amigos saben que yo tengo una a la que, más temprano que tarde, debieran reconocer porque es difícil hallar más entrega y más exuberancia en el desempeño profesional. Dar tanto, pidiendo tan poco.

El galardón de Cadis Huesca 2023 es de los grandes. De los inabarcables. Miguel Escuer, rodeado de materia carnal que impregna de afecto hacia sus clientes y su personal, es una persona con una lírica singular. Él no lo sabe, ni quiere saberlo, porque todo en su vida transcurre con la naturalidad que él ha escogido para sus cauces. Me recuerda una expresión que leí de Alejandro Jodorowsky, un pensador de nuestros tiempos tan inefable que es capaz de embadurnar todo con humor y dotarlo de profundidad. El chileno nacionalizado francés sostiene que, mientras el filósofo busca el puente invisible, el poeta atraviesa el río a nado.

Miguel, héroe posmoderno con el traje invisible del emperador que está tejido de humildad, representa el desprendimiento, la generosidad. "Todo lo que das, te lo das, lo que no das te lo quitas. Nada para mí que no sea para los otros". Los miles de personas beneficiados por la grandeza de Escuer pueden identificarla en esa frase compuesta que ha alentado a muchos pensadores. A veces, resulta difícil concebir tanta magnanimidad, quizás porque efectivamente el corazón tiene razones de la razón no entiende, como proclamara Blaise Pascal.

En la sabiduría rehuída por Miguel, va dejando las huellas de su magisterio de medología sencilla pero certera. Carl Gustav Jung sostenía en sus lecciones psicológicas que recordamos con aprecio a nuestros maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que han tocado nuestros sentimientos. Y el agradecimiento, que es libre pero demuestra los merecimientos de la acción bajo el libre albedrío -es un medidor de una precisión inidualable-, abarca a toda la ciudad de Huesca, a toda la provincia. A aquellos que dedican sus esfuerzos a mejorar la comunidad entendida en su estricto sentido y desde distintos perfiles y localizaciones, que inopinadamente reciben desde su vocación cooperanete cuarto y mitad de afecto, docena y media de voluntades, kilogramos de espíritu.

Si hubiera que adosar una fotografía en la acepción de "ciudadano" en el diccionario de la Real Academia Española, habría de ser la efigie de Miguel Escuer. Él con su modestia y su naturalidad, no lo permitiría, pero, al igual que sucede con el Premio Cadis 2023, que eleva la distinción al máximo nivel de justicia, simplemente se estaría recordando la fuente que tanta agua nos ha dado de beber. El agua de la convivencia, el agua de la solidaridad, el agua de la bondad. En estos convulsos tiempos de mediocridades y atentados contra la ética, un bálsamo para nuestro discernimiento y para nuestro corazón. Felicidades. 

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