Miguel Ángel de Uña Mateos

Danzig

Médico psiquiatra
10 de Septiembre de 2022
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 4 de Mayo 1939, el político francés MARCEL DEAT publica un artículo de ese título en el diario parisino “L’OEouvre”. Hacía referencia a la “ya última” reivindicación de Hitler sobre la ciudad libre y el corredor que había desgajado la Prusia Oriental del territorio del Reich tras la aceptación de Tratado de Versalles por la Alemania vencida.  Artículo que validaba la reclamación teutona y decía a los franceses que no merecía la pena derramar una gota de sangre por la reclamación justa del canciller alemán.  Cuarenta días antes de su publicación, Hitler se había anexionado Bohemia y Moravia,  había hecho de Eslovaquia un estado títere  rompiendo lo suscrito en el Pacto de Munich de Septiembre de 1938, donde ya había conseguido mutilar  Checoeslovaquia quedándose con los Sudetes. También el territorio de Memel fue englobado en esas fechas al Reich, mutilando a Lituania. Y el 12 de Marzo de 1938, había anexionado Austria rompiendo uno de los principios sagrados del Tratado de Versalles. Pero MARCEL DEAT, un caminante desde el socialismo al fascismo, era uno más de los apaciguadores que hicieron fácil el camino de Hitler hacia la guerra. Tras la firma del pacto Hitler-Stalin el 23 de Agosto de 1939, los comunistas franceses adoptaron el lema de DEAT para desmovilizar al proletariado francés, un clavo más para el ataúd de la derrota francesa. No cabe dar al “¿porqué morir por Danzig?” la responsabilidad de la derrota francesa de 1940, pero es un elemento más para explicarla, porque una parte significativa de la población francesa fue a la guerra, tras la invasión de Polonia, con la idea de que no merecía la pena derramar una gota de sangre por Danzig. Solo para los polacos “¿porqué morir por Danzig?” se ha convertido en la frase definitoría de entreguismo y  cobardía. Una frase que ha vuelto a repicar en nuestros oídos tras la invasión rusa de Ucrania, pero en un sentido contrario al que dio DEAT.

Explicativo prólogo, perdón por su amplitud, de que en nuestro país alguien ha lanzado un particular y renovado “¿por qué morir por Danzig?”, referido en este caso a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Se trata de la que ostentó el Ministerio de Vivienda en el primer gobierno Zapatero, María Antonia Trujillo, la de la “solución habitacional”  remedio a la imposibilidad de nuestros jóvenes para emanciparse. Ha sido Consejera de Educación de España en Rabat hasta mayo de 2022 y Wikipedia dice que mantuvo una relación sentimental durante varios años con un marroquí fallecido en 2020.  En el curso de un “Congreso Internacional sobre relaciones hispano-marroquíes”, celebrado en Tetuán  bajo la sombra del melifluo José Luis Rodríguez Zapatero, amigo de Maduro, Evo Morales y especímenes igualmente impresentables, María Antonia Trujillo ha determinado que la reivindicación marroquí sobre Ceuta y Melilla es justa y por lo tanto esa “superviviencia anacrónica del colonialismo en África” debe solventarse con la entrega de ambas ciudades (y los peñones e islas) al Reino Marroquí, del que habla encomiásticamente, así como de su monarca, entregado a convertir a su país en ejemplo  democrático, homologable a las más rancias democracias europeas (ver el discurso en www.el independiente.com .).

Tras el artículo de MARCEL DEAT, la clase política francesa se volcó en proclamar su compromiso con Polonia y afirmar que DEAT era un verso suelto sin influencia sobre la opinión pública francesa. Tras el discurso de Mª Antonia Trujillo, ha sido desmentida por el PSOE nacional y causado el enfado público del PSOE ceutí y melillense, abocados a unas elecciones en Mayo. Nada se ha dicho del polichinela leonés que pasa por ser uno de los oráculos del actual gobierno, manifiesto abiertamente tras el cambio de postura del presidente del gobierno en el conflicto saharaui. Como en el caso francés solo a posteriori se vio la importancia del artículo de DEAT, expresivo de la falta de compromiso de parte de la población gala con la libertad y la justicia. Los políticos  franceses lucharon cuando no quedó más remedio, pero con tanta discreción que su actitud explica “La extraña derrota” que tan acertadamente calificó Marc Bloch. ¿Será esa la actitud de nuestros soliviantados socialistas?. De nuestros comunistas matrios ya conocemos su postura y cual será su actitud en caso de que Mohamed VI eleve su órdago.  María Eugenia Trujillo y en la sombra José Luis Rodríguez Zapatero, han lanzado la primera piedra. 160.000 habitantes de Ceuta y Melilla, ya tienen su corresponsal entreguista, apaciguador. No quiero pensar que tienen que empezar a hacer las maletas, como las tuvieron que hacer los polacos que vivían en Danzig. Ya se que los tiempos son muy diferentes, pero la Historia tiene una capacidad compulsiva a repetirse. Y después de Ceuta y Melilla, ¿Canarias?.

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