José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI

Debes 96.000 euros

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
07 de Enero de 2024
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La cultura es muy importante. Y la cultura financiera más. El problema en España es que la cultura nunca ha sido una prioridad, y la cultura financiera menos aún. Eso ha servido para que los gobernantes puedan gestionar mal el presupuesto público, y no importe. Da igual que el presupuesto sea; local, autonómico o nacional, los políticos no han sabido generar una estructura que sea financieramente sana. En otras palabras, nos han gestionado manirrotos que han provocado una situación insostenible.

Aunque esta situación no se la debemos achacar sólo a los políticos. Los datos de la economía privada, empresas y hogares, son igualmente desoladores. Vivimos endeudados. No sólo gastamos lo que ganamos, sino que también pedimos prestado.

Los alemanes ahorran el 20% de sus ingresos. Los franceses el 17%. Austria el 15%. Países más próximos a nuestra renta como Italia o Bélgica ahorran el 10% y el 12% respectivamente. Los españoles ahorramos el 5,7%. Y eso después de haberlo pasado mal tras la pandemia. En el 2018 nuestro porcentaje de ahorro se situaba debajo del 5%.

¿Y cuánto deben los hogares españoles? Lo equivalente al 50% del PIB. En otras palabras, si sólo nos dedicáramos a pagar lo que debemos, tendríamos que destinar la mitad de lo que ganamos en un año. O lo que es lo mismo, ahorrar el 50% de nuestro salario.

Sin embargo, los españoles, de manera individual, cumplimos con nuestras deudas. Cuando vienen vacas flacas, o años peores, nuestra deuda se reduce. Dejamos de gastar y nos ponemos a pagar lo que hemos pedido prestado. En el 2023, a pesar de la inflación, las subidas impositivas y el incremento del paro, se ha conseguido pagar 5 puntos porcentuales de nuestra deuda privada.

Y a pesar de todo el esfuerzo que hacemos en nuestra vida privada, tenemos a unos gobernantes que no dejan de gastar. Mientras que la deuda privada ha disminuido durante estos años, la deuda pública no ha dejado de subir.

La deuda de las administraciones públicas representa 1.991.747 millones de euros (y subiendo). O lo que es lo mismo, por habitante debemos 41.000€. Contando sólo a los contribuyentes (los que pagamos impuestos), debemos 96.120 euros. La deuda es equivalente a 1,61 veces el PIB de España. Necesitaríamos destinar todos nuestros ingresos durante casi dos años para poder pagar lo que debemos. La deuda desde el 2009 sólo ha subido. Y con Pedro Sánchez el crecimiento se ha desbocado.  

¿Y cómo hemos llegado a este estado? Por las promesas de los políticos. Todo lo que dicen que van a hacer y aquello que denominan gratis, se paga con los impuestos. Y si los ingresos tributarios no son suficientes (que no lo son), se pide prestado.

Ahora ha llegado el tiempo de pagar. Vuelven las reglas fiscales a la Unión Europea. Y una de esas reglas es que la deuda pública debe estar por debajo del 60%. España no lo conseguirá en el corto plazo. Las implicaciones que tiene incumplir una regla en la Unión Europea es dejar de recibir ayudas, derivando en incrementos de tasas o impuestos (siempre ha sido así y esto no va a cambiar).

Cuanto más tardemos en reducir la deuda, más duro será el ajuste que tendremos que hacer. Los recortes son inevitables, pero no es lo mismo dejar de construir líneas de AVE y cerrar el ministerio de igualdad, que recortar pensiones y cerrar hospitales. Cada día que la deuda crece, es mayor sacrificio para nuestro futuro.

Permítanme un consejo, ya que la salud financiera del estado es pésima y será peor, intenten que sus cuentas estén lo más sanas posibles

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