José Torres Remírez. Hoy, la improvisación del Gobierno

Deducciones estéticas

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
27 de Abril de 2025
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José Torres Remírez. Hoy, la improvisación del Gobierno
José Torres Remírez. Hoy, la improvisación del Gobierno

Desde el dos de abril se puede realizar la declaración de la renta. Y aunque este año la presión fiscal a la que nos somete el Gobierno Central (María Jesús Montero y Pedro Sánchez) es de las más altas de la historia de este tributo, hoy me voy a focalizar en las deducciones del Gobierno de Aragón (con Roberto Bermúdez de Castro como consejero de Hacienda). En temas económicos no está haciendo una mala gestión, aunque queda un largo camino en la reducción de gasto público y en la desregulación, pero en el tema de las deducciones autonómicas hay mucho que mejorar.

Aquí no se debatirá si deben existir o no dichas deducciones (ese es un tema político), pero una vez que han entrado en vigor ¿Por qué se han estructurado así? La idea más sencilla es que son deducciones para la galería. Herramientas estéticas, pero con escasa (o nula) utilidad.

Algunas de las deducciones están destinadas a la lucha contra la despoblación, como la adquisición o rehabilitación de vivienda habitual en núcleos rurales o la residencia en determinados municipios. Aunque para poder aplicar estas deducciones los requisitos son muy excluyentes.

Empecemos por la primera (adquisición o rehabilitación de vivienda habitual en núcleos rurales). El primero de los requisitos es que los beneficiados por la deducción tengan menos de 36 años. Si contamos los aragoneses que tienen entre 18 y 36 años, nos da como resultado que esta deducción sólo afecta, en un principio, al 20% de la población, pero seamos sinceros ¿qué joven se puede emancipar con 18? La media en España está en 30 años, lo que hace que se reduzca el posible número de beneficiados al 7% (y siendo Aragón una de las regiones con una emancipación más tardía, el porcentaje será menor en la realidad). Con estos datos sería debatible si es útil esta deducción, pero hay más. Si la persona que adquiere la casa tiene una base imponible superior a 21.000 euros, ya no puede beneficiarse de la ayuda autonómica. El 40% de los aragoneses entre 25 y 36 años tienen una base imponible superior a esa cifra. Y, por último ¿qué español se puede permitir comprar una casa con unos ingresos tan bajos? ¿Y realizar una reforma que se considere rehabilitación? Casi ninguno.

La segunda de las deducciones (residencia en determinados municipios) está destinada para aquellos que vivan o se trasladen a vivir a municipios que tengan riesgo extremo de despoblación. Loable por parte del gobierno de Aragón intentar revertir esa situación, pero quiero señalar que esos asentamientos tienen menos de cien habitantes, una densidad de población muy baja y sin servicios públicos y apenas privados. Conseguir que vaya gente a vivir ahí puede revertir esa situación, pero no todo el mundo vale. El gobierno de Aragón sólo quiere que vayan a habitar estos municipios aquellos que tengan una renta inferior a 35.000 euros. ¿Es que quieren que el mundo rural sea para personas de rentas medias y bajas dejando las ciudades para los ricos? En teoría tendrían más facilidad para trasladarse a estos núcleos personas de rentas altas, pero al parecer a Bermúdez de Castro eso no le importa; está más preocupado de que no le tachen de ayudar a los ricos que de luchar contra la despoblación.

Si estas deducciones existen para luchar contra la despoblación, todas las acotaciones que se ponen provocan que el objetivo principal no se consiga, generando unas deducciones muy bonitas pero que no sirven de nada.

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