La agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) hizo llegar al Ministerio del Interior el pasado mes de noviembre un escrito en el que solicitaba medidas urgentes para quienes demandaban asilo en el aeropuerto de Barajas. Pese a la denuncia acerca de las condiciones de insalubridad y hacinamiento que ACNUR puso por escrito hace casi tres meses, la situación ha empeorado.
Las salas habilitadas para alojar temporalmente están ubicadas en las terminales T1 y T4, a las que se unió una tercera en la T2 hace más de una semana y todas ellas cuatriplican su aforo desde hace tiempo. Ante la falta de espacio, quienes continúan llegando han ido ocupando las zonas comunes de área internacional del aeropuerto.
Además, y sin que trascendiera, ACNUR envió a la cúpula de Interior un informe, en el que mostraba su preocupación, entre otros asuntos, por la situación de familias con niños y niñas pequeñas que llevaban 15 días en la misma sala sin prácticamente acceso alguno a luz natural.
Lo que debería ser un trámite de varios días se está demorando durante semanas y ha terminado por desbordar las capacidades de “acogida digna y de una correcta asistencia letrada” ya que las condiciones actuales no respetan los requisitos mínimos exigidos por la ley de asilo y las directivas europeas.
Recordar que “El derecho de asilo está regulado por el Derecho Internacional y es una obligación de los Estados. Queda recogido como derecho humano fundamental en el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y desarrollado en la Convención de Ginebra de 1951 y su protocolo (Protocolo de Nueva York de 1967). El Estado español lo reconoce en su Constitución y lo regula a través de su Ley de Asilo, y está incluido en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea de 2007”.
La respuesta del Ministerio de Interior, con Marlaska a la cabeza ha sido justamente la contraria a la protección del Derecho de Asilo, habilitar una cuarta sala en la T1 del aeropuerto y desplegar a los antidisturbios.
La incapacidad del Ministerio de Interior para gestionar las causas migratorias y salvaguardar los derechos humanos es gravísima y algunas exigimos soluciones conforme a derecho y responsabilidad.