Parece como si a los seres humanos nos hubieran puesto una venda en los ojos, manipulado nuestros cerebros con falsas felicidades basadas en el dinero, el consumo, el poder, ... y nos hayan anestesiado nuestros corazones y santificado la insensibilidad, la indiferencia y el egoísmo.
Por supuesto que no hablo de todo el mundo, por supuesto, pero sí veo con dolor y cierto desasosiego cómo aumentan estos conceptos.
En esa dirección, algunas modestas consideraciones por mi parte:
NO A LAS GUERRAS, NO A LA VIOLENCIA, EN CUALQUIERA DE SUS EXPRESIONES
No puede ser y solo los pueblos, las sociedades podemos hacer algo para cambiarlo, que el bien más preciado, la vida, este en juego en tantos y tantos lugares del planeta.
Ahora tenemos el genocidio que se está produciendo en la franja de Gaza. Sigue ahí el conflicto de Ucrania. Me dejaré algún caso, pero en estos momentos la vida no es el bien más preciado y con una intensidad u otra, no se preserva con carácter general en Siria, Sudan, Yemen, Burkina Faso, la Republica del Congo, Haiti, Afganistán, Pakistán, Camboya, Tailandia ...
Efectivamente siempre han existido las guerras por unos u otros motivos, pero apelando a la conciencia:
No hay nada que justifique acabar con el bien más preciado, la vida.
En todos esos y en otros puntos del globo terráqueo hay seres humanos, niños, enfermos, ancianos, mujeres y hombres inocentes, porque en las guerras mueren miles y miles de seres inocentes.
Creo que esa debiera ser una primer regla para la conciencia de cualquier persona, no caben atajos, derrotismos, indiferencias, excusas de ningún tipo, cada uno de nosotros debe aportar y decir basta ya.
El respeto a los derechos humanos y la paz debieran ser elementos centrales en nuestras vidas, aprendiendo de la desgracia y miseria que a lo largo de la historia han producido los conflictos violentos, de lo que está pasando en la actualidad y del mundo que dejamos a los que vienen detrás nuestro.
Hay que recuperar el movimiento pacifista, sus principios, valores, presencia. La vida y los derechos humanos por encima de cualquier otra consideración
Hay que recuperar el orden internacional, no puede ser que estemos en manos de cuatro locos que solo entienden el imperio de la fuerza y el valor del dinero, si, hablo de Trump, de Putin, de Netanyahu, ....
Diré más, si el poder de la fuerza, la violencia, la inexistencia de valores, de principios, de ética, de honradez, el egoísmo, el individualismo, la indolencia, la indiferencia, el poder y el dinero como únicos objetivos, si todo eso sigue por estos caminos y las sociedades, las gentes de a pie, no lo contestamos, paramos, el actual desorden mundial, la perdida de orientación alguna que no sean las aberraciones que hoy día gobiernan el mundo, si no somos consecuentes todos y cada uno de nosotros se moja...
aumentará la infelicidad, el dolor, las desgracias, las injusticias, seremos cada vez más vulnerables en todos los aspectos de nuestras vidas y eso que ya lo somos en casi todo, más esclavos y caminaremos más cerca del precipicio, de la barbarie, de que a uno de estos locos psicópatas de poder, fuerza y dinero se le ocurra poner en marcha una nueva guerra, de la autodestrucción.
Toca mirar a nuestras conciencias y ser coherentes.