Si hablamos de economía sostenible, de finanzas sostenibles… ¿Es pertinente hablar de educación sostenible? De entrada, considero que hay que diferenciar entre educación sostenible y la educación para un desarrollo sostenible.
Se entienden por educación sostenible las propuestas educativas y procesos de aprendizaje, dirigidas tanto a niños, como a jóvenes y adultos, hacia una educación universal y de calidad, que permita mejorar la vida de las personas y de la sociedad.
Por educación para el desarrollo sostenible, la búsqueda y encuentro de mecanismos y soluciones para no degradar y mantener el medio ambiente. Si es posible mejorarlo, y por supuesto, sin generar problemas a futuro, y si se generan, no a costa de unos territorios sobre otros.
También considero que no debe medirse la sostenibilidad de la educación (principalmente la pública) desde el punto de vista puramente económico (siempre dependerá de los presupuestos del Estado), pero sí desde la formación que se hace a los estudiantes sobre la conveniencia de las buenas prácticas medio ambientales y sostenibles.
En consecuencia, la educación y el desarrollo sostenible deben formar un binomio. El sistema educativo debe ser promotor principal de la sostenibilidad del planeta. Pienso, nos encontramos ante un reto educativo muy importante y apasionante, dada la evidencia de que el planeta está dando señales de la necesidad de encontrar un sistema que le permita ser sostenible.
Educación y ODS. Hoy día, es susceptible buscar la implicación de los ODS -Objetivos de Desarrollo Sostenible- en cualquier temática. De los 17 Objetivos, el 4, se dirige directamente a la educación. Concretamente dice: "Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos".
Mencionados los presupuestos del Estado, para este ejercicio 2023 se han asignado al capítulo Educación, 5.234 millones de euros (supone un incremento del 7% sobre el ejercicio anterior). Representa la partida número 12, es décir, se han asignado mayores importes a otras 11 partidas, capítulos o conceptos.
Destaco, que este es el importe que se destina en los presupuestos estatales, pero teniendo en cuenta que parte de las competencias en educación están transferidas a las Comunidades Autónomas, el gasto público en educación para el conjunto de las administraciones y universidades públicas asciende a aproximadamente 58.000 millones de euros.
Nadie duda ni cuestiona, que es fundamental fomentar la educación para impulsar a la sociedad. Sea educación pública, educación concertada, o educación privada. Y no pretende compararlas. Todos los modelos deben convivir y ser los mejores posibles. Anteriormente, he mencionado que la educación pública debe financiarse de los presupuestos del Estado, pero…me surgen las siguientes reflexiones, la educación privada ¿es sostenible económicamente? Entiendo que si.
¿La USJ - Universidad de San Jorge- (universidad privada que podría haber estado ubicada en Huesca) es sostenible? ¿Cúanto aportan las entidades privadas a la educación? A modo de ejemplo una entidad financiera lleva aportados más de 2.200 millones de euros a convenios con 1.300 universidades.
Recientemente leí y me llamó la atención el siguiente comentario: ¿En las aulas se adoctrina politicamente? Personalmente creo que no, pero… ¿Ustedes que opinan? No obstante, también pienso que no se educa, forma o enseña, sobre materias tan importantes como educación financiera, actividades empresariales, y la que nos ocupa, las medio ambientales y en consecuencia sobre la sostenibilidad.
Uno de los más acreditados maestros a nivel nacional, el aragonés César Bona, ha publicado un libro sobre esta temática. Titulado "Educación sostenible" (habrá que leerlo), en su presentación dice: ¨Podriamos preguntarnos si este es el mundo que vamos a dejar a las futuras generaciones, pero este no es un libro sobre el presente. La educación es la pieza clave para cuestiones tan actuales como la sostenibilidad o el cambio climático…¨
Sin dudar, la escuela y la sostenibilidad, deben viajar conjuntamente, en base a que la educación representa la base del desarrollo y del desarrollo sostenible. Y termino con una frase (desconozco quien es el autor) que me viene muchas veces al pensamiento… "No me preocupa qué mundo dejamos a nuestros hijos, sino qué hijos dejamos al mundo".