En primer lugar quiero desear mucho éxito a los fundadores y trabajadores de El Diario de Huesca. La aparición de un nuevo medio de comunicación, tan extraña en estos tiempos, habla del coraje de sus creadores.
Esta nueva creación debemos entenderla en un contexto, los tradicionales medios de comunicación altoaragoneses, Radio Huesca y Diario del Alto Aragón, han sido fagocitados por el poderío fáctico de Zaragoza con el exclusivo ánimo de ganar poder de influencia en el territorio. Influencia que utilizan con las instituciones públicas regionales, provinciales y locales con la intención de beneficio económico en otro tipo de negocios.
En lo que yo conozco, me parece aberrante que otro tipo de organizaciones o asociaciones, no todas, de carácter económico, social y cultural aplaudan el hecho y se cobijen a su sombra. Siempre es mejor estar con el más fuerte.
El argumento de la fagocitación fue salvar las empresas y lo que están consiguiendo es enterrarlas. Lamentablemente, y lo digo de corazón, no he conseguido aprender nada de su gestión. Absolutamente nada.
Poco a poco se van apagando la información provincial y local sin que a nadie le importe nada. Atisbo un negro futuro a la información de la provincia de Huesca. Cerraron Huesca Televisión, Radio Zaragoza, uno de cuyos accionistas es Heraldo de Aragón, gestiona lo poco que queda de la red de emisoras de Radio Huesca, con un incremento notable de la programación regional, Heraldo de Aragón gestiona Diario del Alto Aragón y mucho me temo que acabará siendo una separata del Heraldo.
Y repito, a todo el mundo le parece bien, imagino que es porque a nadie le agrada que el Heraldo la tome con una institución o personas.
Y es en este contexto donde aparece El Diario de Huesca al que deseo larga vida y prosperidad.